Camareros del mundo, ¡temblad!
Hace unos días volví de Japón. Era la segunda vez que iba, la primera fue hace unos 5 años. En aquella ocasión fue 100% de vacaciones, y aunque esta vez no se podía decir que íbamos de vacaciones, sí que tuvimos cierto tiempo libre.
Como esto no es un blog de viajes, no entraré en muchos detalles. Solo diré que esta segunda visita ha servido para confirmar la impresión que me llevé la otra vez. Japón es un país alucinante.
En ambas ocasiones, visitamos el «barrio electrónico» de Tokio, Akihabara. Tengo que decir que aunque ambas veces me defraudó, esta vez pudimos explorarlo un poco más y ver cosas que nos pasaron desapercibidas la otra vez. Lo curioso, es que las cosas (electrónicas) que más nos llamaron la atención no eran japonesas, sino chinas. Y tiene mucho sentido. Habiendo estado también en el barrio electrónico de Shenzhen, puedo deciros que no hay color. Comparar Akihabara con Huaqiangbei, es como comparar nuestro pirulí con la nueva torre de Tokio (Sukai Tsuri).
Pero bueno, hay algo en lo que los japoneses todavía parece que van por delante, y eso es la robótica. Se pueden ver robots de juguete (y no tan juguete) que todavía es difícil ver por aquí. Además de un perro robot que traje para mis hijos, lo siguiente más impresionante que vi fue este robot camarero que podéis ver en este vídeo.
En este local de sushi bastante grande sólo tenían un par de camareros. Lo único que hacían era sentarte, cobrarte y traerte las bebidas. El resto, lo hacía este robot.
Te sentabas y delante tuyo tenías una pantalla táctil con la que tú mismo hacías la comanda. Como se puede ver en el vídeo, cuando la comida estaba lista, el robot te lo servía a tu sitio. Luego, cuando habías acabado, cerrabas la cuenta tú mismo y pagabas a la salida.
Una experiencia muy curiosa, ¡y además el sushi estaba bastante bueno!
Esto me hizo recordar el capítulo de Javier García en «Nunca te fíes de un economista que no dude», «¿Nos quitarán los robots nuestro empleo?»
Este capítulo es un desarrollo de dos artículos suyos en Sintetia, uno con el mismo título, y otro anterior sobre el mismo tema. En ellos se habla de un estudio que también se cita en este interesante artículo de The Economist sobre el mismo tema.
Creo que nadie discute que a largo plazo los robots, y en general la Inteligencia Artificial, no nos quitarán (todos) los trabajos. Al final, a largo plazo (y subrayo lo de largo plazo), los robots y la inteligencia artificial aumentarán la productividad y por lo tanto la riqueza que generará nuevos trabajos o simplemente nuevas ocupaciones. Siempre recuerdo de las clases de historia como la agricultura trajo la división del trabajo y el sedentarismo que empezaron a permitir que algunas personas se dedicaran a ocupaciones no productivas en el sentido físico, como artistas o filósofos por ejemplo. Así que además de nuevos trabajos que ahora no podemos imaginarnos, también es de esperar que hubiera más gente que pudiera dedicarse a ocupaciones creativas.
En todo caso, yo creo que el problema no es ese. El problema es la velocidad de esos cambios. Por decirlo en términos económicos, en una visión macro, esto puede no ser un gran problema ya que todo se ajustará, pero en una visión micro, pensando incluso a nivel individual, esto puede ser un problema y muy grande.
Tomemos como ejemplo este robot camarero. Esta máquina está sustituyendo mano de obra poco cualificada. En este sentido, podríamos decir que parecido a la mano de obra que sustituyeron las máquinas de vapor en la Revolución Industrial. Sin embargo, la gran diferencia entre antes y ahora, es esta que nos explica este gráfico del famoso «Countdown to Singularity»
Mientras en la época de la Revolución Industrial los grandes hitos tecnológicos se alcanzaban casi cada 100 años (ya se estaba acelerando), en la actualidad estamos hablando de una década como mucho.
Esto significa que mientras en la época de la Revolución Industrial una persona tendría toda su vida para adaptarse al cambio (con la dificultad que eso tiene), y varias generaciones tendrían también tiempo para adaptarse a esa realidad, en la actualidad, todos nos tendremos que adaptar varias veces a una nueva realidad durante nuestra vida profesional.
Esto simplificando es como lo que han tenido que vivir los diseñadores gráficos. Hace 25 años diseñaban para papel, luego para pantallas de ordenador, después para la web, ahora para móviles y ya están pensando en adaptarse a tecnología que vestiremos.
Así que volviendo a los camareros, y viendo esos robots que ya están funcionando en Japón, ¿qué futuro les espera? Pero no sólo a ellos, todos los expertos coinciden en que la revolución que se nos viene encima en el mundo de la Inteligencia Artificial y la robótica va a sustituir de nuevo trabajos de baja cualificación, pero la novedad es que también sustituirá trabajos no físicos de una cualificación media.
Y lo dicho, si pensamos a largo plazo y en términos macro, esto seguramente sean buenas noticias. El problema es que el horizonte temporal a nivel micro se acorta mucho. De alguna forma, la potencial reconversión para todos estos trabajadores va a ser un objetivo que se mueve cada vez más rápido. Lo que decía antes, si en la Revolución Industrial esa reconversión era a un trabajo que no cambiaría en décadas, ahora va a ser un trabajo que quizá vuelva a desaparecer en una década.
Creo que estamos todavía lejos de un renacimiento de los luditas, pero creo que como sociedad tendremos que ir pensando en como vamos a responder a esta situación sin escudarnos en la respuesta de que a nivel macro las cosas estarán bien. A veces creo que detrás de la situación económica y laboral que vivimos ahora hay un mar de fondo (que irá) a más de sustitución de mano de obra por tecnología del que casi nadie quiere hablar. Sinceramente, creo que este es un debate que no podremos evitar durante mucho más tiempo. Tendremos que ver como todos nos vamos adaptando y beneficiando de estos cambios sin dejar gente por el camino.
@rebla