Dudar no está de moda #nuncatefíes
Ya llevamos un par de presentaciones de «Nunca te fíes de un economista que no dude» de Sintetia, y está mal que yo lo diga por ser parte interesada, pero creo que han sido muy interesantes (por cierto, puedes ver una de ellas aquí).
Ambas las he compartido, entre otros, con Andrés Alonso, que se ha dedicado a explicar el porqué del libro y de Sintetia. Creo que una de las razones más interesantes que ha dado sobre el libro y su título es la intención de hacer una especie de celebración de la duda.
Y efectivamente, creo que es un buen momento para celebrar la duda. Creo que vivimos en un mundo que infravalora la duda, es más, la estigmatiza. Un mundo en el que la asertividad más que una moda es una necesidad, y en el que hemos escondido las dudas en un sitio donde no se pueden ver ya que las hemos equiparado a la debilidad.
Y eso se ve mucho en la comunicación, sobre todo en la oratoria. Otra vez, en aras de la asertividad, tenemos que hablar sin dudas, totalmente convencidos de lo que decimos y proyectanto una seguridad absoluta en ello.
Y efectivamente, eso es necesario en muchos casos. Un caso clásico en el que no se puede parecer dubitativo es cuando comunicamos en momentos de crisis, o también en momentos en los que se quiere generar un cambio en una organización por ejemplo.
Es cierto que en los formatos de presentación que se llevan ahora, cortos y muy al grano es difícil mostrar dudas en el sentido de demostrar que se han valorado diferentes alternativas y la que se presenta es fruto de dudar mucho y de analizar las diferentes alternativas. Aún así, creo que demostrar esas dudas y ese análisis puede ser un buen camino hacia el nirvana de la asertividad según la define Wikipedia.
Hay un vídeo de una presentación que me gusta mucho que creo que ilustra esto bien. De hecho es de alguien al que nunca definiríamos como dubitativo, por supuesto, Steve jobs.
En esta famosa presentación del iPhone, Steve Jobs creo que hace algo espectacular y muy relacionado con lo que estamo hablando. Jobs hace un trabajo de narrativa increible y nos lleva a través de un razonamiento compartido sobre el diseño del iPhone que nos deja con la idea de que precisamente ese diseño es el único y perfecto. Para apoya esta idea de que casi estamos diseñando el iPhone en directo con él, Jobs se hace preguntas, analiza alternativas, y sobre todo, utiliza un lenguaje no verbal muy potente.
Hay un momento (6:04) en el que va hablando y andando mientras se toca el mentón y lanza una pregunta al aire, y cómo si de repente allí hubiera encontrado la respuesta, allí casi colaborando con la audiencia, comparte la respuesta. Una respuesta «obvia», que parece al alcance de todo el mundo y de repente, ha conseguido que esa respuesta la podamos sentir como nuestra.
Por supuesto que todo esto no son más que recursos narrativos tremendamente potentes. Y que las pausas, los gestos están tremendamente ensayados. Pero es un buenísimo ejemplo de como a veces compartir las dudas y el razonamiento con nuestra audiencia, lejos de hacernos sentir débiles, nos ayuda a conseguir eso tan importante en la actualidad, asertivos.
@resbla