Agua líquida, procesadores y demás discusiones espaciales
Esta mañana he tenido la suerte de volver a compartir tertulia mañanera en Capital Radio, y como empieza a ser habitual, me he vuelto a meter en un charco (chiste malo teniendo en cuenta que hablamos también del descubrimiento de agua líquida en Marte).
Y es que con el atenuante de ser una hora un poco temprana, he cometido un par de errores de bulto en mi comentario sobre ese tema. así que toca volverme a hacer un factcheck.
El primero, no añadir la palabra líquida a mi frase sobre las sorpresas que nos estamos llevando últimamente en cuanto a la exploración espacial sobre todo en cuanto se refiere al Sistema Solar. Es obvio que el agua ya se había detectado en diferentes lugares del espacio y está claro que es bastante común su presencia, lo que no teníamos tan claro es la presencia de agua líquida con las implicaciones en cuanto a la presencia de vida que eso tiene.
El anuncio de ayer se junta a los anuncios recientes sobre Europa y Encélado, dos satélites de Saturno sobre los que ya hay consenso sobre la existencia de océanos de agua líquida. Hay también muchos indicios de que en Ganímedes (satélite de Júpiter) también exista agua en estado líquido, aunque no está totalmente demostrado.
Y ese fue mi segundo error esta mañana, dije Europa y Caronte, no Europa y Encélado. Como cualquier aficionado sabrá, Caronte es el satélite principal de Plutón, y allí es poco probable que haya agua en estado líquido.
Pero bueno, para cambiar de tercio y hablar de algo que sí que dije bien relacionado con este tema. Se dice que todos llevamos en nuestro bolsillo más capacidad de procesamiento que lo que tenía la NASA en su momento cuando llegó con el Apolo 11 a la luna. En realidad, como dice este artículo, incluso una lavadora actual tiene más capacidad de procesamiento que los ordenadores que utilizó la NASA.
El ordenador no se puede decir que tuviera un procesador como lo entendemos hoy, sino que era una placa llena de circuitos integrados. Este ordenador funcionaba a 1,024Mhz, y buceando en internet he encontrado que se estima que no llegaría a 43000 instrucciones por segundo.
Escribo esto desde un ordenador con un procesador (en realidad un procesador con 4 núcleos) que funciona a 3.90Ghz (es decir, casi 4000 veces más rápido) y que da casi 134000 MIPS.
Cabe aclarar que MIPS es una medida prácticamente en desuso por motivos que se escapan a este blog, pero que nos viene bien para esta comparación.
Así que mi ordenador (en MIPS) es más de 3 millones de veces más rápido que con el que la NASA mandó el Apolo 11 a la Luna.
Está claro que la NASA tiene ahora a su disposición una capacidad de procesamiento mucho mayor a la que tenemos en casa, ¿pero que hay del Curiosity?
El Curiosity lleva un procesador especialmente diseñado para entornos aeroespaciales basado en un PowerPC 750 (un PowerPC G3 para los appleleros). Este procesador funciona a una velocidad máxima de 200 Mhz y puede conseguir 400 MIPS quedándose muy lejos de nuevo del PC con el que trabajo en casa.
Pero, ¿y de nuestros móviles? Cogiendo el que tengo más cerca, mi móvil habitual, tiene un procesador Snapdragon 801. Aquí volvemos a tener 4 núcleos que tienen como velocidad máxima 2.5Ghz, y con unos 11500 MIPS. Así que efectivamente, un móvil de gama media/alta tiene muchísima más potencia que Curiosity, y ni hablar claro del Apollo Guidance Computer que mandó al Apolo 11 a la Luna.
¿Y todo esto para qué? !¡Candy Crush por supuesto!
@resbla