Drones y hoverboards, tan cerca tan lejos

Techno-bits de la segunda semana de Marzo, como siempre, en Capital Radio con Luis Vicente Muñoz. Podéis escucharlo aquí a partir del minuto 23

 

Esta semana hablamos de las diferencias tan grandes que hay entre dos cacharros a priori tan parecidos. Drones y hoverboards (patinetes eléctricos) comparten muchas cosas, pero tienen presentes muy divergentes. Veremos el futuro.

Para empezar, la gran mayoría de ellos (por no decir todos) se fabrican en China, y casi todos también en la zona de Shenzhen. La tecnología, es bastante similar. Sin ser lo mismo volar que desplazarse por el suelo, los componentes y las tecnologías que integran son bastante parecidos. De hecho, seguramente salgan hasta de las mismas fábricas en algunos casos.

La grandísima diferencia está en la batería. Pero no en la composición, en realidad son las mismas, que utilizan los drones, los portátiles y los teléfonos móviles por ejemplo. El problema es que son bastantes más grandes.

Son más grandes y se les exige más. No es lo mismo levantar un drone que pesa unos pocos gramos, que mover un hovercraft con un tío de 80 kilos encima. Así que las posibilidades de que algo vaya mal son mayores. Eso sí, ni hay dispositivo con una batería de ion litio que no corra ese riesgo.

Así que la realidad de ambos dispositivos es muy diferente.

A los hovercrafts se les ha prohibido subir a aviones, ser vendidos en muchas cadenas de tiendas, incluso ser importados. Por no hablar de que está prohibido usarlos en la vía pública de la mayoría de ciudades del mundo.

En cambio, los drones son ahora un negocio más que respetable. Las autoridades áreas de todo el mundo se llevaron las manos a la cabeza, pero han sido increíblemente rápidos en adaptarse a la nueva realidad. Seguramente no lo suficiente para unos, y demasiado para otros, pero la verdad es que han demostrado una agilidad inusual.

No sólo eso, las grandes marcas, se han acercado al mercado. El último en hacerlo a sido Apple. En un anuncio post-MWC, han confirmado la distribución en exclusiva de lo que quieren que sea el iPhone de los drones, el DJI Phantom 4. Y por el precio, 1.400$, bien puede serlo. Por cierto, DJI marca como no podía ser China, y concretamente de Shenzhen.

Así que malos tiempos para los hoverboards, aunque creo que será temporal. Creo que siguen teniendo un potencial enorme, casi como el que nos pintaron cuando se empezó a hablar de los Segways. Para ello harán falta dos cosas principalmente. Mejores baterías y mejor calidad de diseño en general, y un cambio de nombre.

Curiosamente, en los últimos días he visto a varias personas en hoverboards por las calles de Madrid. Así que la demanda está ahí.

@resbla

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