Andy Grove DEP

Nuevo techno-bits, esta vez en una fecha poco habitual debido a la Semana Santa. Hoy, hablamos de una mala noticia, la muerte de Andy Grove, una de las figuras más importantes del mundo de la tecnología, aunque quizá no tan reconocido como otros. Como siempre, en Capital Radio con Luis Vicente Muñoz, podéis escucharlo a partir del minuto 18.

 

Grove fue uno de los primeros empleados de Intel. Se incorporó el día de la constitución, pero no fue fundador. Eso no le impidió tener un profundo impacto en la compañía, y tuvo una importancia capital en hacer de Intel un fabricante de procesadores abandonando las memorias.

Sin duda, de los ejecutivos de Intel que conocí durante mis 16 años en la compañía, Andy Grove fue el que más me impresionó.

Se decía Andy Grove era de las pocas personas realmente respetadas por Steve Jobs en Intel, y él fue el que mantuvo la comunicación abierta con el propio Jobs y por lo tanto Apple incluso cuando Apple no compraba absolutamente nada a Intel e incluso le despreciaba como parte de eso que se llamó «Wintel».

Seguramente por esa relación especial que tenían, pude presenciar algo realmente impresionante. Steve Jobs en una conferencia de ventas de Intel. Y no una vez, sino dos (aunque una de ellas fue por videoconferencia).

En la que estuvo en carne y hueso, Jobs vino cuando no tenía nada que ver con Apple y lo hizo como CEO de Pixar para hablarnos como Pixar renderizaba sus películas sobre servidores con procesadores de Intel, en un momento en el que había una gran batalla entre arquitecturas.

La segunda, fue en realidad una charla entre Grove y Jobs (en este caso por videoconferencia) sobre la situación de la industria y su futuro. La discusión se centró sobre el peso del I+D dentro de cada una de las grandes empresas tecnológicas (en aquel momento los grandes fabricantes de PC) y los datos eran increíbles. Exceptuando Apple, los grandes OEMs estaban en porcentajes pequeñísimos de gasto en I+D, básicamente apoyándose en el gasto que hacían los que tiraban del carro, Microsoft e Intel.

Jobs se quejaba amargamente de esa situación, que aunque decía que le favorecía para diferenciarse y ser líder en productos innovadores, abocaba al mercado de la informática a un futuro de estancamiento por falta de innovación. Esto es en tiempos pre-iPhone e incluso pre-iPod, así que mirando hacia atrás y viendo la evolución desde entonces de Dell, HP y la propia Apple, aquella conversación fue muy premonitoria.

Otro momento memorable también en otra conferencia fue cuando hizo una entrada triunfal en un Segway. En aquel tiempo, Grove ya sufría de un evidente Parkinson y limitaba mucho sus apariciones en público. Era muy querido por los empleados de Intel, y verle entrar así provoco un estallido de emoción, con una gran ovación.

Sin embargo, en cuanto se acercó al micrófono, las cosas cambiaron. En realidad Grove, estaba allí para echarnos una buena bronca. En ese Segway, algo espectacular en ese momento, no había ni una sola pieza fabricada por Intel.

El mismo dijo que no sabía si ese dispositivo sería un éxito, o nos olvidaríamos rápidamente de él, pero dejó muy claro que Intel no se podía permitir el lujo de no estar presente en dispositivos con el potencial de cambiar el mundo.

Grove no recibió la atención que otras grandes estrellas de Silicon Valley. Hay que reconocerlo, no era la alegría de la huerta y no se sentía cómodo ante los focos. Eso le hizo pasar más desapercibido que otros grandes de la tecnología. Sin embargo, sin la fama, es sin duda uno de los referentes del mundo de la tecnología del siglo XX, y sus aportaciones siguen siendo importantes hoy.

De hecho, el título de su famoso libro «Solo los paranoides sobreviven» no puede estar más de actualidad en este mundo de rápidos cambios tecnológicos, disrupciones y startups.

Descanse en paz.

@resbla

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