Un antes y un después del Tesla Modelo 3
Como (casi) todos los lunes, hoy tenemos #techno-bits en Capital Radio que podéis escucharlo a partir del minuto 23 dentro del programa La Bolsa y La Vida de Luis Vicente Muñoz
He querido dejar pasar unas semanas desde el anuncio del Modelo 3 de Tesla para que pasara un poco el revuelo que ha causado. El ruido que se ha generado solo es comparable con los anuncios de Apple hace años cuando veíamos colas interminables durante horas a la puerta de sus tiendas para conseguir las primeras unidades del nuevo producto de turno.
En este caso, no hemos visto colas a la puerta de los concesionarios de Tesla, pero quizá hemos visto algo más espectacular, en muy pocos días casi 350000 personas han preservado un coche que no han visto, que no se fabrica todavía, y que sólo con suerte recibirán el año que viene. Pero ojo, esta prereserva no era gratis, de hecho cuesta nada más y nada menos que 1000$, que se descuenta del precio del coche (unos 35000$) pero que no es recuperable si finalmente no se compra el coche. Esto le ha dado ya a Tesla 35 millones de dólares por un coche que no olvidemos, aún no fabrica.
A pesar de todo, hay que tener muchas cautelas con este anuncio. Tesla está teniendo ciertos problemas con su volumen de fabricación actual y se encuentra por debajo del volumen que esperaba, además tampoco está muy clara la rentabilidad del Modelo 3 sobre todo por las dudas sobre el precio de las baterías que utilizará, y por supuesto, el coche eléctrico todavía no es más que un producto muy de nicho.
Sin embargo, incluso si Tesla no es capaz de cumplir con toda esta demanda, este lanzamiento sin duda significará un antes y un después en el mercado de coches eléctricos, pero también en el mercado del automóvil en general.
Vamos a hacer algunos números. Para empezar, Tesla ya representa el 30% del mercado de coches eléctricos en EEUU, liderando con el modelo S, y con el modelo X dentro del top 5. Y todo esto, en el mes del lanzamiento del Chevrolet Bolt, un coche de 20000$ con el que Chevrolet quiere revolucionar el mercado. Pero no olvidemos, esto lo está consiguiendo con precios medios de 100000$, algo que sin duda estará dejando perplejos a los ejecutivos de las otras marcas.
Por otro lado, el objetivo de Tesla es fabricar medio millón de coches en el 2020. Aunque era un objetivo muy agresivo que poca gente creía, con las 350000 reservas que ya tiene del Modelo 3, que serán probablemente 500000 antes del comienzo de su fabricación, ese objetivo está muy a tiro. Y claro, si Tesla fabrica y vende ese medio millón de coches, de repente una marca de coches fundada en el 2003 y que sólo fabrica coches eléctricos tendrá cerca del 10% de cuota del mercado americano de coches. Para situarnos, esto le convertiría en la 5 marca por volumen en EEUU por encima de marcas como Nissan y Honda, sólo por detrás de GM, Ford, Toyota y Chrysler.
Precisamente, el presidente de esta última reaccionaba hace unos días poniendo en duda que Tesla sea capaz de tener éxito con el Modelo 3, una reacción muy típica entre los directivos de las grandes empresas de las industrias que están siendo disrumpidas. Dijo esto, «Elon Musk tendrá que mostrarme que el coche es rentable a ese precio, copiaré la fórmula, añadiré el diseño italiano y lo llevaré al mercado en 12 meses». Muy típico, y que me recuerda a la reacción de Steve Balmer al anuncio del iPhone de Apple.
Me temo que hemos entrado en una nueva Era en el mundo del automóvil y muchos no se han dado cuenta. El juego ha cambiado y las normas no las están marcando los gigantes existentes. Para ellos, el que coches de 100000 dólares no puedan ir más allá de 400 kms era algo impensable, pero resulta que son los más deseables del mercado. Y claro, cuando todo eso (que no es más que hacer del coche un gadget digital muy deseable) lo metes en un coche de 30000$, entonces hay gente haciendo cola a la puerta de los concesionarios. Me pregunto cuándo fue la última vez que les pasó eso a los grandes de la industria…
Quedará como interesantísimo caso de estudio como Ellon Musk está consiguiendo disrumpir una industria centenaria como la del automóvil, al revés de cómo Christensen nos dice que hay que hacerlo, en vez de entrando por la parte baja del mercado, haciéndolo por arriba. Quizá lo explique mucho mejor el ERIC de los Océanos Azules. En todo caso, estamos viviendo una época realmente apasionante.
@resbla