Lo que queda fuera de cuadro en las videoconferencias
Esta semana hablamos de una de esas tecnologías que lleva estando a la vuelta de la esquina muchos años, y que no parece que termine de llegar, las videoconferencias.
Como siempre este #techno-bits viene en doble formato, en este blog y en Capital Radio en el programa de Luis Vicente Muñoz, La bolsa y la vida.
Alguno pensareis que exagero un poco diciendo que las videoconferencias aún no han llegado ya que en realidad la tecnología está ya alrededor de nosotros y disponible para todo el mundo, pero la realidad es que siendo una tecnología muy madura, aún su penetración no es muy alta.
De hecho, hace unos días se publicó un estudio que precisamente intentaba responder a la cuestión de por qué aún no es una tecnología de uso masivo, y encontró datos muy interesantes.
Para empezar, la principal conclusión del estudio es que en general, no nos gustan las videoconferencias principalmente por dos motivos.
Primero, pensamos que la tecnología aún no funciona bien, algunos usuarios la encuentran complicada y poco fiable. Pero el segundo, seguramente más potente, es que no nos gusta como se nos ve a través de la cámara. De hecho, la mitad de los encuestados están preocupados por cómo se les ve al otro lado y pasan casi más tiempo arreglándose para la llamada que en la propia llamada.
Y el dato más llamativo, y que para algunos puede ser turbador, es que el 11% de los encuestados reconocen no llevar pantalones durante videoconferencias, algo que puedo entender perfectamente después de más de 15 años teletrabajando.
Esto de hecho me recuerda un anuncio de AT&T que ponían constantemente en la televisión americana la primera vez que estuve allí, en el año 1996. En ese anuncio salía una chica que teletrabajaba y que iba hablando con diferentes partes del mundo y que cada vez que acababa una llamada decía que aún no se había duchado, y sí, sólo se arreglaba de cintura para arriba.
La tecnología de aquellos tiempos no tiene nada que ver con los impresionantes servicios de telepresencia de Cisco por ejemplo, pero ha estado disponible desde hace décadas y todavía no es algo que de forma estándar utilicemos en el día a día.
Sin embargo hay algo que está cambiando, y que el estudio también pone de manifiesto. Los millenials, aunque ya no sólo ellos, están encantados con el vídeo en directo y no tienen tantos reparos como las generaciones más mayores.
Por algo aplicaciones como Periscope y todas las diferentes aplicaciones de vídeo en directo están tan de moda. La generación selfie no va a hacer ningún asco a las videoconferencias, así que viejunos del mundo, preparaos para ese nuevo mundo. Eso sí, podéis seguir en pantalón corto.
@resbla