Copión que copia a copión…
Mucho se ha escrito y dicho ya sobre el bellotagate, aunque no he podido resistir dedicar el #techno-bits semanal a este tema. Con un calidad de sonido un poco peor esta vez, pero puntualmente en Capital Radio y con Luis Vicente Muñoz.
Una breve intro para los que se lo hayan perdido. Todo ha empezado en el indescriptible forocoches. Allí, algunos usuarios empezaron a denunciar las prácticas de una empresa de móviles de Extremadura llamada Zetta. Todo esto acabó con el análisis más en detalle de un usuario sobre los móviles, mostrando que en realidad los móviles Zetta no eran más que móviles de la marca Xiaomi con un poco de maquillaje.
Y pronto el escándalo saltó de nivel. Asociaciones de consumidores y medios se hicieron hueco del tema. Por un lado, parece que se habían hecho ciertas declaraciones sobre donde se hacía el diseño y fabricación de los móviles, además de que tampoco parecían ser correctas algunas de las especificaciones técnicas. Por otro lado, en Extremadura al menos había fotos con políticos y rumores sobre subvenciones… carnaza para los medios.
Dejando a un lado los posibles fraudes que hayan podido cometer sus dueños, me ha hecho cierta gracia como se ha tratado el tema del diseño y fabricación en Extremadura ya que en realidad estoy casi 100% seguro de que no existe ninguna fabricación de móviles inteligentes en el territorio de la Unión Europea. Y en cuanto al diseño, pues salvo muy pocas excepciones (siendo por cierto Bq una de ellas), pues prácticamente tampoco hay diseño en la UE.
Aunque en esto, tampoco hay que rasgarse las vestiduras. Aunque efectivamente en EEUU se hace más diseño de móviles (empezando por supuesto por Apple), tengo mis serias dudas de que ahora mismo se fabrique una sola unidad allí.
También es verdad que en este mundo globalizado es difícil definir el lugar de fabricación por la cantidad de fuentes que hay para diferentes componentes (y ya si hablamos del software la cosa aún se complica aún más). Pero bueno, la famosa etiqueta de “made in…” se pone en función de dónde se produce el ensamblaje final, y en este caso está claro, China es dónde se fabrican la inmensa mayoría de los terminales que utilizamos (con una pequeña cantidad en Taiwan, Corea del Sur, Japón, India y hasta un poquito en Brasil para consumo propio).
Y es en China también donde se diseñan la gran mayoría de los móviles. En algunos casos por encargo de terceros, en otros haciendo diseños que se venden en exclusiva, y finalmente en diseños que se venden con “marca blanca” para que otros pongan la suya. De esta manera, es muy habitual encontrarse el mismo terminal con diferentes marcas en diferentes países, e incluso en casos extremos, en el mismo país.
Así que lo de los famosos Zetta, al menos en cuanto al concepto de remarcar un móvil chino, no la ejecución, es bastante habitual.
Por otro lado, y aquí quizá viene la parte más interesante de la historia, aunque Xiaomi sea una empresa interesantísima con un enorme éxito en China y algún otro país asiático, en realidad no vende móviles en países occidentales (sí que venden algunos otros productos, sobre todo accesorios).
Esto no quita que sea una marca con mucho tirón entre la gente interesada en el mundo de los móviles. De hecho, tiene hasta casi un status de culto para cierto grupo de usuarios.
Decía que Xiaomi no vende móviles en occidente, España y EEUU incluido por supuesto, pero eso no significa que no se puedan comprar aquí. Se ha creado un canal informal e indirecto de venta de estos teléfonos móviles, por un lado hay gente en China que vende los móviles desde allí, y por otro importadores que los traen desde China y luego los venden desde España. Este interés tan desmedido desde fuera de China y el hecho de que Xiaomi no venda fuera, ha hecho que surjan multitud de falsificaciones de sus teléfonos. De hecho, a un servidor lo engañaron como a un chino hace unos años en Shenzhen cuando intentó comprar un móvil de la susodicha marca. Y es que en aquella época Xiaomi ni siquiera vendía en tiendas, sólo lo hacía a través de su página web.
Dicho esto, puede que ya se imaginen la razón por la que Xiaomi no vende fuera de China. A uno de los primeros móviles Xiaomi se le llamó el “iPhone killer” porque no tuvieron ningún reparo en compararse con Apple y sus iPhones. De hecho, un modelo en concreto se parecía digamos que bastante.
Así que las malas lenguas dicen que algunas de las grandes marcas de móviles están esperando a que Xiaomi ponga pie en algún país con leyes para la defensa de la propiedad intelectual potentes para empezar a demandar a Xiaomi por lo que consideran violaciones de esos derechos, en definitiva, de copiar. Y ojo, no sólo en el diseño exterior, se habla de también su sistema operativo, demás software e incluso parte del hardware.
Así que no sé si se podría decir lo de que copión que copia a copión tiene 100 años de perdón…
@resbla
PD: En ningún caso quiero defender las prácticas de Zetta con este artículo, solo he querido utilizarlo para profundizar un poco en las dinámicas y en el ecosistema de la industria