La importancia del contexto cuando hablamos en público
La semana pasada fue la segunda edición de TEDxUDeustoMadrid. Mucho trabajo que acabó felizmente con un evento del que todo el equipo organizador nos sentimos muy orgullosos y a la altura de un año tan especial para Deusto Business School ya que se celebra el centenario de su fundación.
Por mi parte, que me centro más en los ponentes y a ayudarles a transmitir mejor sus ideas, ha sido una experiencia de nuevo muy enriquecedora, y aprovecho para agradecerles de nuevo que me hayan aguantado durante las semanas de preparación antes del evento. Porque sé que me pongo un poco pesado con algunas cosas.
Una charla tipo TED, sea para un TEDx, TED o cualquier otro evento que están adoptando este formato de charlas, es diferente a las charlas a las que estamos acostumbrados. Hay varios motivos por los que son especiales y hay que adaptar mucho el estilo de presentar que solemos tener en otro tipo de charlas.
Para empezar, el tiempo es crítico en las charlas tipo TED. Siempre hay un tiempo limitado y además se corre el riesgo de que literalmente nos echen del escenario si nos pasamos. Esto añade una presión extra, y además siendo un tiempo siempre corto, hace que la primera impresión sea la de que no nos va a dar tiempo a profundizar. Por otro lado, esto tiene sus ventajas. Para empezar, es más fácil organizar temporalmente nuestra charla y estructurarla bien para generar mayor atención ya que tenemos claros los límites temporales en los que nos movemos. Además, si lo hacemos bien, el formato nos obligará a algo básico en cualquier charla pero que muchas veces olvidamos, menos es más.
Las charlas tipo TED suelen hablar de temas complejos, pero tienen que hacerlo comprensible e interesante a todos, expertos y no expertos. Esto tiene varias consecuencias. La primera es que lo normal es que no nos permitan el uso de diapositivas complejas, incluso normalmente no nos permitan utilizar ninguna, lo cual centrará toda la atención en nosotros y tendremos la obligación de hacerlo interesante. Lo cual nos lleva a la siguiente consecuencia, tendremos que seguir la cita apócrifa de Einstein que dice que no eres un verdadero experto si no eres capaz de explicárselo a tu abuela. Es decir, tendremos que salir de nuestra zona de confort que nos dan los tecnicismos y demás jerga para explicar nuestra idea verdaderamente bien.
Pero este tipo de charlas, tienen también otra característica muy especial y en la que he puesto especial foco en este último TEDxUDeustoMadrid, la falta de contexto en la que se encuentran los ponentes siempre en este tipo de eventos.
Los TEDx, pero cada vez más todos los eventos divulgativos no superespecializados, colocan a gente muy diversa a hablar de temas muy diversos a una audiencia muy diversa. Esto es muy diferente de por ejemplo un congreso de cardiólogos, en el que se habla de cardiología, por parte de cardiólogos a una audiencia de cardiólogos. Además de que es muy probable que la audiencia conozca perfectamente a los ponentes, el evento provee de un contexto muy específico a los ponentes a los ojos de la audiencia, además de un claro reconocimiento que ayuda mucho a los ponentes. En los eventos tipo TED, eso no está tan claro (a pesar del enorme reconocimiento que te da estar en la alfombra roja de TED).
Esto lo explicó hace dos mil años Aristóteles en su Ars Rethorica, introduciendo los conceptos de ethos, pathos y logos como herramientas de persuasión. Y precisamente, hay un vídeo TED-Ed que lo explica maravillosamente bien
En general, aunque un evento TEDx, y más si es en una institución como Deusto, nos provea a los ponentes de algo que podríamos llamar, cobertura aérea en cuanto al ethos, a nuestra credibilidad, en realidad partimos de un nivel muy bajo frente a nuestra audiencia.
Además, aunque por ejemplo un evento TEDx nos ayuda mucho en la parte de pathos puesto que la audiencia viene predispuesta y el evento es un entorno muy especial para escuchar y compartir ideas nuevas, de primeras, la audiencia no tendrá ningún contexto sobre el ponente más allá de que debería ser bueno, y debería contar algo interesante.
Por esto es importantísimo que demos ese contexto sobre nosotros durante nuestra charla. ¿Por qué estamos ahí? ¿Quiénes somos para estar ahí? ¿Que hemos hecho para estar ahí? ¿Por qué debería escucharnos la audiencia?
Y aquí hay muchas maneras de enfocar la respuesta a esas preguntas que nuestra audiencia tiene en la cabeza. Puede ser porque efectivamente somos unos expertos en la materia, o porque hemos tenido una vivencia personal única que nos ha llevado a una idea interesante, porque vamos a compartir algo que para nosotros es literalmente nuestra vida, nos apasiona…
Sobre esta última forma de darnos contexto, hay una charla TED (de hecho es TEDx) que lo explica muy bien, y que no es una sorpresa que sea una de las charlas más vistas en ted.com, la famosa charla de Simon Sinek
Aquí Simon nos dice que los grandes líderes consiguen inspirarnos y sobre todo, empujarnos a hacer cosas porque nos cuentan por qué creen en lo que hacen. No para qué, ni cómo, sino nos dicen por qué dedican su vida a lo que la dedican. Nos dan el contexto de su pasión y sus creencias, así es más fácil conectar con ellas y por lo tanto, con la persona.
Como os decía, no es la única forma de dar cierto contexto sobre nosotros en una charla corta tipo TED, aunque es muy potente. Tenemos más, pero es obligatorio, y algo en lo que los ponentes con los que trabajo saben que insisto mucho, en que creemos el contexto en la cabeza de nuestra audiencia en el que nuestra charla tiene sentido. Y no, ese contexto no es: «Me llamo Roberto Espinosa y tengo un cargo impresionante»
Es difícil que nos apasionemos con una idea si quien nos la cuenta no está apasionado con ella, de la misma forma en que es imposible que nos creamos algo si el que nos lo cuenta no se lo cree.
@resbla