El momento PC de los coches autónomos
En las últimas semanas, Intel ha sido el protagonista del mundo de los coches autónomos. Una serie de adquisiciones, que se suman a algunas otras muy importantes durante los últimos meses, creo que marcan un antes y un después. De eso hablamos en el #techno-bits en Capital Radio esta semana, ya saben, con Luis Vicente Muñoz:
Pero antes, hagamos un poco de historia. En los albores del mercado de los ordenadores (en aquella época microcomputadoras), estos dispositivos eran hechos «a medida». Cada modelo tenía un hardware específico y un (o varios) sistema operativos hecho pensado para correr en un determinado hardware. Eso hacía la compatibilidad entre fabricantes imposible. Era la época en el que este mundo estaba dominado por IBM, y Apple había sorprendido a todo el mundo demostrando que había un mercado grande (y doméstico) para estos dispositivos.
En un momento dado, un don nadie en aquella época, Microsoft, consiguió de IBM el permiso para vender una versión propia del sistema operativo que vendía IBM para sus propias máquinas. Así nació MS-DOS, y el mundo no volvió a ser igual. Esa decisión que en su momento pareció muy pequeña, fue la base de la estandarización de la industria. Pasando de un mercado vertical en el que los fabricantes vendían soluciones diseñadas completamente por ellos, a una industria más horizontal, en la que diferentes fabricantes proveían soluciones estándares que a modo de capas, terminaban constituyendo productos completos bajo marcas que hacían más de integradores que de diseñadores.
Por un lado Microsoft se convirtió en el dominador del sistema operativo y de buena parte del software de la siguiente capa de la solución. Y por debajo, Intel se encargó de estandarizar el hardware y crear esas capas de componentes compatibles que permitieron la explosión del mundo del PC pero que dejó algo nunca visto, que dos marcas de ingredientes fueran mucho más importantes que las marcas de los que ponían el producto completo en las tiendas.
Esta estrategia funcionó muy bien durante décadas, y ha guiado las estrategias de ambas compañías durante mucho tiempo. De hecho, la intentaron aplicar a la siguiente gran ola tecnológica que vino, la de los móviles. Durante mucho tiempo, intentaron horizontalizar una industria que nació y ha seguido siendo vertical. Intel por un lado, intentó estandarizar el hardware en varias ocasiones, e intentando aprovechar el cluster electrónico chino, se imaginó una industria de los móviles en los que el hardware era relativamente estándar e intercambiable que siguiera unas dinámicas parecidas al del PC. Microsoft también se vio durante cierto tiempo jugando a ese juego. Intentó varias veces establecer sus diferentes sistemas operativos como la base (sobre hardware de Intel) para que los fabricantes pudieran lanzar sus productos más rápidamente, evitando el hacer soluciones específicas para cada modelo. Los socios en esta estrategia fueron principalmente los fabricantes de PC que nunca llegaron a tener éxito en el mundo inicial de los móviles (piensen en HP, Dell, IBM, Toshiba…)
En aquella época Motorola y Nokia reinaban en los móviles, y se les escuchó muchas veces decir que no querían que Intel ni Microsoft les hicieran lo que hicieron a IBM en los años 80. Ironías del destino, Nokia acabó comprada con Microsoft con el objetivo de convertirse en la marca de móviles de Microsoft, y Motorola por Google, el único que ha conseguido horizontalizar la industria de los teléfonos móviles.
Un inciso para decir que fuera del mundo de los PCs, e inicialmente de los móviles, Microsoft tomó siempre estrategias verticales, la primera vez que lo consiguió con éxito fue con XBox, y desde hace tiempo lo lleva incluso haciéndolo con su línea de PCs (Surface).
La industria de los móviles nunca realmente se ha horizontalizado. Apple con su solución propia y completa de tanto éxito ha ejercido una influencia enorme para que esto no ocurriera. Sí que es verdad que Google con Android lo ha conseguido hasta cierto punto. En realidad, viendo las cuotas de mercado quizá podríamos decir que en realidad en un hecho. Android suministra un sistema operativo que asegura compatibilidad entre diferentes fabricantes e incluso arquitecturas. Consiguiendo generar un mercado de apps tan potente como iTunes, verdadero impulsor de la explosión de los smartphones, que sea común a cientos de fabricantes. La visión que compartía Intel y Microsoft en los albores de la telefonía móvil.
Así que no es difícil ver ciertas similitudes entre todo esto con lo que está pasando ahora en el mundo de los coches autónomos. Hasta hace poco la industria automovilística ha sido eminentemente vertical. Salvo algunos componentes (normalmente electrónicos), el coche era diseñado y fabricado bajo la misma marca. Pero según nos acercamos a la realidad del coche autónomo, cargado hasta los topes de electrónica, esto parece que va a cambiar.
Aunque de forma natural, los primeros intentos de conseguir coches autónomos se ha hecho de forma vertical. Tesla, Google, Uber, los líderes en este momento, aún utilizando partes de terceros, se han lanzado a diseñar y construir soluciones completas poniendo los primeros coches autónomos en la calle. Para utilizar el símil de los PCs, son los IBM y Apple de aquella época.
Sin embargo, cada vez está más claro que hay una serie de componentes claramente críticos y más complejos dentro de la solución que es el coche autónomo. Si en los PC fueron el sistema operativo y el procesador, en los coches parece que será el sistema de visión artificial, la inteligencia artificial que tomará decisiones, y algo que nos parece ahora muy commodity, pero importantísimo, los mapas.
Pues bien, veamos las compras que ha realizado Intel en los últimos meses. De más reciente a más antiguo, Intel ha comprado una parte importante de Here, una empresa que antiguamente era de Nokia que se centra en mapas de carretera. Por nada menos que más de 15000 millones de dólares, ha comprado MobilEye, empresa que durante bastante tiempo proveyó a Tesla de parte de su sistema de visión artificial y navegación. Además, Intel ha comprado una larga lista de startups centradas en visión artificial como Movidius o Itseez. Y sin olvidar, que en eso que se está empezando a llamar edge (los bordes de la nube que necesitarán una alta capacidad de computación en local) vamos a necesitar muchos procesadores, y muy especiales, y aquí encaja perfectamente Altera, que le costó a Intel 16000 millones de dólares.
Así que no hay que ser un sesudo analista para ver un denominador aquí. Intel está apostando a tener la mejor inteligencia para los coches autónomos para que se convierta en el ingrediente más importante de las soluciones que otros fabricarán. Otros, como BMW con el que tiene una alianza en este campo desde hace tiempo.
Así que es fácil imaginarse a Tesla y Google siguiendo con su estrategia vertical (aunque a Google se le puede acabar la ventana de oportunidad), algún otro fabricante «nuevo» (Uber) o tradicional (Ford, Toyota…) intentando también desarrollar y fabricar soluciones más o menos propias, y luego una legión de «cloneros» utilizando piezas estándar intercambiables y compatibles para fabricar coches que parezcan «PC compatible IBM».
Y en esto, a pesar de los rumores de años, Apple todavía no ha movido ficha. Aunque recordemos que Apple nunca ha sido un «first mover» sino más el alumno aplicado que lo hacía mejor cuando estaba clara la tecnología y el negocio.
Estamos asistiendo a un momento histórico para esta industria parecido a la que en los orígenes de la industria se vivió entre el vapor, la electricidad y la gasolina.
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