¿Qué son los modelos de negocio de plataforma? (y II)

Aprovecho estos días de más tranquilidad para rematar lo que empecé hace varios meses cuando escribí un post concebido en dos partes pero que no he sido capaz de tener tiempo para escribirlo.

La verdad es que no he recibido cientos de peticiones de lectores pidiéndome que escribiera la segunda parte, pero también es cierto que el «¿Qué son los modelos de negocio de plataforma? (I)» ha sido uno de los post más leídos del año en este su humilde blog.

Y también es verdad que he hablado de esto mucho este año, he tenido la suerte de dar un buen número de clases y charlas sobre el tema, y ver algo de primera mano de lo que hablaba en ese primer post, que mucha gente utiliza indistintamente plataforma refiriéndose a la parte tecnológica y al modelo de negocio sin darse cuenta de que no son para nada lo mismo.

En todo caso, no repetiré lo que ya escribí en ese primer post sobre el tema, y me centraré en analizar el tipo de plataformas existentes.

Sí que recordaré lo que es un modelo de negocio de plataforma y que intenté representarlo con este gráfico.

Frente a los modelos de negocio más tradicionales en el que las empresas generan valor estableciendo una cadena de valor lineal que controlan y dirigen con el objetivo de entregar productos y servicios a sus clientes que sean reconocibles como su propio producto, en el caso de las plataformas las empresas con esos modelos de negocio generan valor a través de la creación de un ecosistema alrededor suya que genere una oferta y una demanda tan potente que a través del efecto red se vaya haciendo aún más completa y compleja, y por lo tanto, genere aún más valor.

Desde este punto de vista, las empresas con modelos de negocio de plataforma son principalmente intermediarios, y por lo tanto, deben cumplir las funciones clásicas de un intermediario:

  • Manejo del flujo de información
  • Fijación y comunicación de precios
  • Realizar la promoción tanto de la plataforma como de su oferta
  • Gestionar los pagos y cobros, así como en algunos casos ofertar financiación
  • Ejecutar y facilitar las transacciones, así como dar fe de ellas
  • Poner en contacto la oferta y la demanda
  • Estandarizar las transacciones
  • Gestionar la logística

Y efectivamente vemos como las empresas más exitosas con este modelo de negocio son expertas en todos estos puntos.

Pasemos ahora a hablar del tipo de plataformas que existen. He visto diferentes modos de categorización, normalmente alrededor de qué es lo que se intercambia en esas plataformas. Sin embargo, y quizá porque normalmente he hablado de este tema relacionado con la economía colaborativa, me gusta más categorizar las plataformas en función de quien es el que oferta el producto o el servicio, son consumidores, o son empresas o profesionales.

En este sentido tendríamos tres grandes grupos de plataformas:

C2B2C: De consumidor a consumidor, siendo la B intermedia la plataforma. En ellas, consumidores ofrecen productos y servicios a otros consumidores. Aquí estarían las plataformas de economía colaborativa, aunque ya sabemos lo difícil que es su definición. Muchas de estas plataformas (piensen en Uber o Deliveroo por ejemplo) que nacieron siendo economía colaborativa, por vocación o por obligaciones legales, han ido pasando a un modelo en el que los que ofrecen el servicio ya no son consumidores y son como mínimo profesionales independientes. Llamaremos a estas plataformas que ponen en contacto a consumidores con consumidores, inter pares.

C2B2B: No hay muchas de estas, aunque es probable que veamos a medio plazo un paulatino aumento de estas plataformas de prosumers (consumidores que son también productores). Es fácil imaginarse una empresa que sea una plataforma para que personas que en su casa tienen paneles solares para el autoconsumo, vendan sus excedentes a distribuidoras eléctricas. Ya sé que esto suena a ciencia ficción en España, pero es algo que es probable que ocurra pronto en otros países.

B2B2C: En este caso, los oferentes de los productos o servicios son empresas o profesionales independientes y los compradores son consumidores. Para estas, me van a permitir que me invente un palabro, platail (por supuesto, contracción de plataforma y retail)

B2B2B: Y finalmente tendríamos las plataformas en el que oferta y demanda está formada por empresas o por profesionales independientes. Ya que proforma está cogido, las llamaremos protaformas (estoy inspirado en cuanto a los nombres).

Hay que mencionar que en las inter pares no siempre el 100% de los oferentes son puramente profesionales, y como pasó con AirBnB, en muchas plataformas supuestamente para intercambio inter pares, se van metiendo personas que ejercen en realidad una actividad profesional aunque se disfrazan de consumidores para realizar esa actividad profesional de forma encubierta. Piensen en profesionales que venden productos o servicios en wallapop, o reventas «profesionales» que utilizan ticketbis para hacerlo. Estas plataformas han atraído mucha economía informal, aunque también es una oportunidad para su «formalización«.

Sin querer ser una lista exhaustiva de subcategorías, ni por supuesto de empresas, espero que ayude a ilustrar mejor las categorías de las que hablaba arriba

Con esto, cierro el círculo sobre las plataformas, aunque espero seguir perfeccionando y completando esta clasificación. Mientras tanto, como este será el último post del 2017, aprovecho para desearos a todos un GRAN 2018.

@resbla

 

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