Cuando no te queda más que echar la culpa al árbitro
A veces se da una alineación planetaria de un par de noticias que parecen ser una respuesta irónica la una de la otra. Pero la semana pasada tuvimos no sólo un par, sino un trío. Dimas Gimeno, presidente de El Corte Inglés hizo su primera aparición en el Foro de Davos, y el mundo siguió girando. De eso hablamos en este #techno-bits de Capital Radio con Luis Vicente Muñoz:
Pero empecemos por la noticia sobre Dimas Gimeno y el Foro de Davos. Varios medios de comunicación recogieron diferentes declaraciones y reuniones en el Foro, que se pueden resumir en el titular que publicó Expansión, «El Corte Inglés busca alianzas en Europa frente Amazon y Alibaba«. En realidad, lo que parece que estuvo también fue intentando convencer a políticos y demás asistentes (europeos) de que tanto Amazon como Alibaba no juegan con las mismas normas que ECI, y que por lo tanto hay que equilibrar el terreno de juego. Según El Mundo, «la aportación a Hacienda y a la Seguridad Social de Amazon es incomparable con El Corte Inglés y no está sujeto a reglas de horarios y de otro tipo que sí debe respetar» ECI.
Muchos pensarán ahora que ya hay suficiente ironía en que sea ahora ECI precisamente el que se queje sobre la libertad de horarios. Que hablar de reglas de horarios en el comercio electrónico va más allá de la ironía y nos trae recuerdos de la prehistoria del ecommerce cuando los retailers tradicionales pidieron que los etailers cumplieran el horario comercial y cerraran el resto del tiempo.
Pero el destino no debió de pensar que era suficiente, y para eso alineó noticias de dos de los grandes competidores de ECI.
La primera, de la que sin duda es la bicha de ECI en estos momentos, Amazon. Y es que todo el mundo sabe que no contenta con su dominio en el mundo del comercio electrónico y el apocalipsis del retail que ha creado, Amazon lleva tiempo abriendo diferentes conceptos de tiendas físicas, y la última que anunció la semana pasada, probablemente le de escalofríos a Gimeno.
Amazon, después de cierto tiempo de pruebas y algún que otro retraso, abrió la semana pasada su primera tienda Amazon Go de forma oficial en Seattle, EEUU. Amazon Go es una tienda equipada con la última tecnología en en mundo del retail físico, especialmente en el campo del auto check-out. En esta tienda, se entra, se coge lo que uno quiere, y a la salida el sistema te cobra sin ningún tipo de interacción humana.
Una mezcla de sensores, cámaras y mucha inteligencia artificial se encarga de todo el proceso. Hablando de ironías, Amazon dice que esta es la tienda que da más privacidad del mundo, una tienda llena de sensores y cámaras, que además se conecta a la app de tu móvil para saber sus gustos y tu localización. Según Amazon, es más privado que ningún ser humano sepa que has comprado condones aunque eso se quede guardado en un servidor para el resto de la historia.
En todo caso, la industria lleva muchos años ya jugando con sistemas y tecnologías de auto check-out, y esta tienda demuestra que es posible la desaparición completa de las cajas en las tiendas. Es poco probable que esto llegue a todas las tiendas, pero es seguro que veremos muchas tiendas así a medio plazo, y no sólo de Amazon.
Para completar la alineación planetaria, Zara anunció el piloto de un nuevo concepto de tienda aprovechando la remodelación de una de sus tiendas más importantes de Londres.
Esta tienda tendrá un sistema de probadores virtuales y de recomendador inteligente de ropa, pero lo interesante es el concepto de la tienda en sí. Siguiendo los pasos de Ikea por ejemplo, esta tienda será en realidad un escaparate. La tienda está pensada para que puedas ver algo de ropa, pero en realidad no se compra la ropa que está ahí. Se puede ver la ropa en la tienda, pero se compra internet y la tienda se convierte en un punto de recogida, o puedes elegir que te lo manden a casa.
Este modelo de tienda escaparate (showroom), es por otra parte un modelo muy antiguo. Es algo que los fabricantes de coches llevan haciendo desde el principio de su historia, pero que últimamente, y en paralelo al crecimiento y perfeccionamiento del comercio electrónico, más y más marcas se atreven con ello.
Sí que parece muy lógico que Zara, y muchas otras marcas, vayan gravitando hacia un modelo mixto en el que tengan tiendas de referencia (flagship stores) en las mejores zonas comerciales de las ciudades, y luego tener este tipo de tiendas más baratas en otros lugares.
En todo caso, volviendo a Gimeno, esto podría ser otro momento Napster, si no para la industria en general que yo creo que hace tiempo que ya asumió la realidad, sí para El Corte Inglés.
Siempre que una disrupción digital ya se ve inevitable en un sector, se suelen utilizar varias quejas. La de la regulación injusta y favorable a los «nuevos», la de nosotros aportamos más empleos e impuestos, y la de apelar al patriotismo, vamos, quejarse del césped y del árbitro.
No seré yo el que defienda la ética en la política fiscal de Amazon (aunque ya se sabe que en esto de los impuestos la legalidad va por delante de la ética), pero a ver quién tira la primera piedra.
Pero parece curioso que sea ahora cuando se airean estas quejas, cuando Amazon está cumpliendo 24 años que parece tiempo para haber generado una buena respuesta.
En esto de las disrupciones digitales siempre me gusta recuperar una frase que tiene el manual que reciben todos los nuevos empleados de facebook el primer día de trabajo:
“if we don’t create the thing that kills facebook, someone else will”
@resbla