Qualcomm se enroca, Intel amenaza a Broadcom

Como no podía ser de otra forma, la que puede ser la mayor compra de la historia en el mundo de la tecnología, se está convirtiendo en un culebrón. Y como en todo culebrón que se precie, debe haber un giro argumental inesperado que aumente la tensión.

Eso justo ocurrió la semana pasada y de eso hablamos en este #techno-bits en Capital Radio con Luis Vicente Muñoz:

 

Por no repetirme, ya escribí hace unos meses sobre la operación con los principales detalles, y en lo principal no ha habido ningún cambio. Solo volver a recordar la escala de la operación poniéndola en comparación con las compras más importantes de la historia en el mundo de la tecnología:

Pero si en lo fundamental las cosas no han cambiado mucho, no cabe duda de que todos los jugadores se están moviendo, y mucho.

Por un lado, como ya se vio al principio, Qualcomm se está resistiendo con uñas y dientes. Su equipo directivo no lo está haciendo con el objetivo de subir más aún el precio, y parece que consideran esto una lucha por la supervivencia. No hay que olvidar que el CEO (en realidad exCEO, ahora entramos en eso) es el hijo del fundador así que probablemente vean en esto algo más que una (gran) operación empresarial.

En esta estrategia de defensa, Qualcomm se ha estado intentando parapetar detrás de las reglas de defensa americanas frente a inversiones extranjeras no deseadas. Esto, obviamente con Trump, sólo ha hecho que mejorar la situación para Qualcomm, y lo han utilizado.

Por un lado, Broadcom es una empresa con sede legal en Singapur, y por si fuera poco, se rumorea que podría vender a Huawei propiedad intelectual relacionada con 5G a Huawei para aliviar la deuda después de comprar Qualcomm.

Hablando de China, sus autoridades de defensa de la competencia nunca han visto con buenos ojos la posición de Qualcomm, probablemente el último obstáculo para la dominación mundial por parte de Huawei. Pero es que además, Qualcomm antes de todo esto se lanzó a comprar NXP, otro fabricante de semiconductores, lo cual reforzaría aún más su posición en el mundo del IoT, y las autoridades chinas ya han avanzado que no les parece nada bien. Por si fuera poco, y sin duda como movimiento de defensa frente a Broadcom, Qualcomm aumentó su oferta por NXP para intentar conseguir suficientes acciones para poder cerrarla de una vez, algo que ya parece estar a punto de conseguir.

Broadcom por su puesto que no se ha quedado quieta. Por un lado, han reafirmado su «americaneidad» recordando que tanto su equipo directivo, como sus principales inversores son americanos. También ha recordado que ya tiene sedes en EEUU, pero que estaría dispuesta a trasladar de forma definitiva su sede legal a EEUU.

Pero esto no ha sido suficiente para que el Comité para las Inversiones Extranjeras en EEUU (CFIUS), que en una carta pública muy poco común, y por supuesto a instancia de Qualcomm, se ha mostrado negativa al respecto de esta fusión. Y no solo eso, pidió a Qualcomm que retrasara una Junta de Accionistas en la que se iba a hablar de la oferta de Broadcom y la cual parece que ya empezaba a ver con mejores ojos la oferta. No hay que olvidar que Qualcomm lleva acumulando problemas legales en diferentes países, y sobre todo, con su principal cliente, Apple, y eso está haciendo mella en muchos inversores.

Y probablemente para apaciguar a esos inversores cada vez más nerviosos, la Junta Directiva relevó al anterior CEO (recordad, el hijo el fundador) y nombró a uno independiente.

Pero por si todo esto no fuera suficiente para una buena trama de culebrón, la semana pasada se empezó a hablar de que Intel podría hacer una oferta por Broadcom. Aunque no sea ahora mismo más que un rumor, tiene bastante sentido desde un punto de vista competitivo.

La hipotética unión de Broadcom y Qualcomm sería una empresa de una capitalización similar a la de Intel (teniendo en cuenta la espectacular subida de precio que ha tenido en los últimos meses). Y la unión de ambas seguramente sería el fin de los sueños de Intel en cuanto a la oportunidad que se abre con el 5G (no digamos si Huawei si hiciera con la tecnología de Qualcomm), y un riesgo enorme para los mercados de IoT, vehículos autónomos, etc…

Si se materializara esa oferta, estaríamos hablando otra vez de la mayor operación de compra dentro del mercado tecnológico y que seguramente empezaría con una puja por encima de la que ha puesto ya encima de la mesa Broadcom por Qualcomm, por decir una cifra, 150000 millones de dólares para empezar.

Seguro que aún nos queda alguna otra sorpresa en este culebrón, así que sacad las palomitas 🙂

Y efectivamente, esta noche hemos tenido una nueva sorpresa más. Trump ha prohibido la operación a través de una orden ejecutiva en base a los riesgos para la seguridad nacional que considera que puede tener la operación… ¡Menudo cliffhanger! Dudo que este sea el final de la historia.

@resbla

 

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