Neuralink, llega el Homo Accretum

Después de casi tres años de secreto absoluto, la semana pasada, Elon Musk presentó en sociedad a Neuralink y sus avances en estos tres años.

La misión oficial de Neuralink es la de desarrollar interfaces (BMI) de gran ancho de banda entre el cerebro y las máquinas (Developing ultra high bandwidth brain-machine interfaces to connect humans and computers).

Sin embargo, Ellon Musk tiene, como siempre, mayores planes en mente. De esto hablamos en este #technobits de Capital Radio con Luis Vicente Muñoz:

Por si no os queréis ver todo el vídeo de la presentación (aunque es muy interesante), aquí va un resumen con lo más relevante:

  • El foco de Neuralink es el de lograr tratamientos para lesiones y enfermedades del cerebro, pero a largo plazo, el objetivo es conseguir unir a los seres humanos con la inteligencia artificial.
  • Neuralink ha realizado importantes avances con ratas, pero (y no parece que estuviera en el guión) Musk confirmó que habían conseguido que un mono manejara un ordenador con su cerebro.
  • En Neuralink trabajan 90 empleados y han levantado casi 160 millones de dólares (100 del propio Musk). Y Musk abrió el evento diciendo que el principal objetivo del mismo era el de atraer talento.
  • Han conseguido un importante avance consiguiendo «tramas» de electrodos finísimos (6 nanómetros) más pequeños que una neurona (20 nanómetros).
  • Han desarrollado un robot «cirujano» que inserta esos electrodos de forma autónoma y que esperan que la cirugía llegue a ser tan fácil cómo la de una operación tipo LASIK.
  • Quieren conseguir permiso para hacer pruebas con humanos en el 2020.
  • El anuncio de una publicación con los resultados de la investigación hasta ahora.

La verdad es que la presentación es impresionante, y para los que no somos expertos en la materia, parece sacada de un libro de ciencia ficción. En un momento, Max Hodak, Presidente de Neuralink, dice que la Inteligencia Artificial trae una nueva era de la humanidad, y que intentar conectar el cerebro humano a esa IA parece cómo lo primero que hay que hacer. Eso de la nueva era es un tópico ahora mismo, pero en boca de Hodak tiene otra dimensión.

Hay varias revisiones de expertos (los que me han parecido más interesantes, aquí, aquí, aquí) sobre lo que se presentó la semana pasada. Las reacciones van desde la más absoluta sorpresa y excitación sobre lo presentado, hasta una moderada sorpresa y cierto escepticismo natural en el mundo científico.

De menor a mayor «excitación».

Parece que a pesar de que se mencionó en la presentación y se habló de algunos avances, parece que Neuralink no está aún cerca de solucionar el problema con los materiales de los electrodos. Aunque sí que son importantes los avances en la miniturización y su estanqueidad, aún los materiales que utilizan no están listos para aguantar la década (mínima) que se han marcado cómo objetivo para estar instalados continuamente dentro del cerebro.

Musk mencionó la capacidad del sistema de Neuralink de funcionar en doble dirección, lectura y escritura. Sin embargo, en el paper no se menciona la capacidad de escritura.

Hay ciertas críticas también sobre que sólo aparezca Musk nombrado en el documento y que tenga muy poca información sobre la parte de la neurociencia. Sin embargo, es probable que esto (como alguna otra cosa) se explique por una búsqueda de mantener detalles importantes secretos.

En lo que sí que parece que hay consenso es que es impresionante que Neuralink haya conseguido consolidar el estado del arte en esto de los BMIs. Juntarlo todo en un mismo techo, avanzar incluso en alguna de las tecnologías, y todo ello, en tan poco tiempo. Sin olvidar además, los planes tan agresivos y tan a corto tiempo que tienen.

Y por último, el robot cirujano. Todos los especialistas están impresionados con el nivel tecnológico del robot que ha desarrollado Neuralink para ser capaces de realizar la cirugía con el nivel de precisión necesario. Hay que tener en cuenta que en el nivel de pequeñez en el que trabaja este robot, el pulso y la respiración son importantes a la hora de la colocación de los electrodos, y el robot es tan preciso como para tenerlo en cuenta.

Figure 6 from Neuralink whitepaper
Un USB-C, no Bluetooth ni 5G. Esa rata está tan desactualizada…

Parece que los beneficios de las soluciones en las que está trabajando Neuralink son obvios en el tratamiento de diferentes enfermedades y lesiones. Musk habló específicamente de hacer pruebas con personas con lesiones medulares, y ya es larga la historia de implantes cerebrales para el tratamiento de algunas enfermedades (implantes coclear, implante neuroestimulador, lesiones medulares).

Pero las principales dudas y reservas vienen en cuanto al objetivo expreso de Musk en que este tipo de dispositivos e intervenciones sean tan seguros y tan fáciles de colocar que una persona sana pueda querer instalárselo para «aumentarse» (en esto también hay pioneros).

Para empezar, hay muchas dudas sobre la verdadera utilidad de un implante de este tipo en una persona sana. Parece que pensamos más o menos a la misma velocidad que hablamos, por lo que tener un interfaz con más ancho de banda no debería permitirnos pensar más rápido. Aunque, si entramos ya en el terreno de la ciencia ficción, quizá este tipo de dispositivos desbloquearían al cerebro de las limitaciones de los «interfaces» actuales.

Por hablar en términos informáticos, la gran pregunta es si el cerebro está limitado por el ancho de banda de los interfaces (sentidos) actuales y desarrollar un nuevo interfaz con un ancho de banda más alto haría que el procesador pudiera funcionar a mayor rendimiento.

En cualquiera de los casos, todo esto genera bastantes preguntas de tipo ético que tendremos que empezar a responder pronto.

En el caso de que descubriéramos que el cerebro ya funciona a su máxima velocidad, esta tecnología sería de «conveniencia». Tendríamos un sentido adicional por comodidad, ya que no tendríamos que sacar el móvil para contestar una llamada, o teclear un mensaje… ¿Merece la pena cirugías cerebrales para ser más cómodos?

Pero si descubriéramos que los seres humanos aumentados además de la conexión con las máquinas desbloquearan capacidades mentales adicionales, ¿qué deberíamos hacer?

Hemos ya conseguido hacer extremidades que si no consiguen mejores resultados que las naturales, están muy cerca. Recordad el caso de Pistorius. Pero aún así, nadie en su sano juicio (ni ningún médico), se atrevería a amputarse las piernas para ponerse unas prótesis para correr más rápido.

¿Sería razonable hacerlo con el cerebro? En mi caso, no me preocupa eso de que podemos estar borrando las líneas que definen lo que es el Homo Sapiens (ya hablé de esto aquí), lo que me preocupa es lo que pudiera ocurrir si este tipo de tecnologías se convirtieran en el nuevo «normal». Si uno no quisiera «aumentarse», ¿quedaría discriminado ante los que sí? Por ejemplo, en el mercado laboral.

Personalmente, de todas las tecnologías alucinantes y sorprendentes que tenemos alrededor, esta es la que más me impresiona. La presentación de Musk del otro día, con sus limitaciones y fuegos de artificio, me hizo sentir como creo que se sintió la gente que vio las presentaciones de Tesla hace más de 100 años. Entre sorprendido, asustado y sin entender gran parte de lo que pasa.

Más allá de la parte de ciencia ficción, creo que debemos alegrarnos de que estamos cada vez más cerca de la cura de enfermedades y lesiones terribles. Es ya cuestión de pocos años.

Para la ciencia ficción, habrá que esperar. Pero no deberíamos esperar para empezar a buscar buenas respuestas a los retos éticos que nos presentan. Los historiadores del futuro tendrán que incluir a Elon Musk muchas veces en sus crónicas sobre nuestro tiempo. También los filósofos.

@resbla

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