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Google sigue comprando cadáveres del mundo de los wearables

Esta semana ha sido difícil decidir a qué dedicar el technobits. Las operadoras vendiendo datos de sus usuarios al INE (a pesar de que el presidente de una de ellas ha repetido muchas veces que son los usuarios quien deberían cobrar por ello), twitter anunciando que no aceptará más publicidad política, y por supuesto, que Google vaya a comprar Fitbit.

Pero la realidad es que aunque son tres cosas distintas, todas van de una cosa, de datos. Así que de todo esto hablamos en este #technobits semanal de Capital Radio con Luis Vicente Muñoz:

 

El viernes pasado, Google anunciaba la compra de Fitbit por 2100 millones de dólares. Fitbit fue uno de los pioneros de los wearables, y el líder durante muchos años en pulseras de monitorización de la actividad física.

Fitbit salió a bolsa en 2015 a una valoración de 4100 millones, poco después, tocó el máximo en bolsa, cerca de los 10000 millones, y desde agosto del 2015, todo ha sido cuesta abajo hasta que empezaron los rumores de la posible compra por parte de Google. Hace sólo 3 meses, Fitbit valía menos de 800 millones.

Pero esto no es más que calderilla para Google. Se estima que actualmente es la empresa del mundo con más efectivo en caja, unos 120000 millones.

Fitbit es una compra más en la ya larga lista de compra de empresas de hardware por parte de Google, compras que difícilmente pueden considerarse éxitos. Es difícil ver resultados positivos para Google en las pasadas compras de Motorola, Nest o HTC.

Y concretamente en el mercado de los wearables, además de la compra de HTC ya mencionada que sin duda estaba también detrás de estos planes, hace pocos meses compró por unos (ridículos en este orden de cosas) 40 millones de dólares la división de relojes inteligentes de Fossil.

Fossil fue una de las empresas de moda tradicional con las que Intel empujó fuerte su entrada en el mercado de wearables. En una estrategia que a mí me pareció muy lógica, más allá de las tecnológicas ofertando wearables, era una buena idea que marcas tradicionales, y con una visión más de producto que de tecnología, incorporaran funcionalidades «digitales» a sus productos.

La estrategia no funcionó, al menos de momento. Y no porque las marcas tradicionales hayan fallado frente a las tecnológicas, es que el mercado no ha despegado, sigue siendo un nicho muy pequeño en el que aún no han entrado las economías de escala que necesita el mercado de la electrónica de consumo.

Fitbit fueron los primeros, y se aprovecharon de la locura de las pulseras de actividad física. La locura fue tal y tan repentina, que ni el ejército americano fue consciente y a través de los datos que las pulseras de fitbit compartían, se descubrieron muchas bases secretas en el extranjero.

Pero el mercado se inundó de copias chinas baratas, y la gente se acabó cansando de las pulseras. Sólo los usuarios muy hardcore siguien usándolas, y eso es poca gente. El crecimiento dejó de ser exponencial hace mucho tiempo, y además, empresas como Xiaomi, siguen poniendo presión por «abajo».

Chart showing Fitbit active user growth

Pero además, por «arriba», llegaron los relojes inteligentes con Apple Watch a la cabeza, y aunque Fitbit ha lanzado su propia línea de productos, no está siendo competitiva (tampoco la última versión).

2 Fx apple watch stats Q2 2019

Pero aún así, el mercado total sigue siendo muy pequeño, y ese ha sido el problema para fitbit. Si sumamos todos los dispositivos vestibles para la muñeca (relojes y todo tipo de pulseras), este año se venderán unos 150 millones de dispositivos. Esto es aún menos que el triste mercado de las tablets.

A table chart

Por poner en perspectiva las expectativas que había para este mercado frente a la realidad, Apple pensó vender más de 40 millones de unidades en el primer año de lanzamiento de su Apple Watch y sólo vendió 10. Cuatro años después, Apple no da números, se estima que ya estarán rondando los 25 millones para 2019.

En todo caso, todo parece indicar que si Gartner metió en el Valle de la Muerte a los wearables en 2015, parece que ya el segmento empieza a ver la luz al final del túnel y sobre todo gracias a los smartwatch. De hecho, Tim Cook ya empieza a hablar mucho de lo que el segmento representa para ellos, aunque no hay que olvidar que más allá de los Apple Watch, con lo que está ganando dinero, y mucho, es con los AirPods. Se estima que Apple venderá más de 55 millones de ellos este año.

Así que la compra de Fitbit por parte de Google tiene mucho sentido. Y sigue una estrategia que no es nada sexy y que no se suele estudiar en las escuelas de negocio. Ante un mercado naciente en el que hay mucho hype, dejar que la cosa se enfríe e ir recogiendo «cadáveres»… Eso por cierto, es lo que hizo Fitbit al comprar Pebble por unos irrisorios 23 millones de dólares, el verdadero pionero en esto de los relojes inteligentes.

No queda claro si Fitbit será suficiente para salvar Wear OS, pero está claro que Google busca nuevas maneras de conseguir datos de sus usuarios, y para eso, aunque vivamos en la época en la que el software se comió el mundo, el hardware sigue siendo muy útil.

@resbla

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