Google Play contra el dragón

Sólo con algo que los americanos llaman knock-on effect, nosotros diríamos efecto en cadena, se puede explicar como gracias a las sanciones del gobierno americano a Huawei, uno de los negocios más lucrativos de Google se enfrenta a una tremenda y nueva amenaza desde China.

De todo esto hablamos en este #technobits de Capital Radio con Luis Vicente Muñoz:

 

Hace unos meses decíamos que quizá China tendría que agradecer a Trump sus sanciones a Huawei. Aunque los planes estaban ahí, las sanciones han empujado a China a acelerar su estrategia para depender lo menos posible de tecnología americana, incluso desterrando PCs que no sean 100% chinos.

No hay que olvidar que como segundo fabricante de móviles del mundo, para Huawei depender de una forma tan crítica de Android es claramente un problema. Por eso, es lógico que haya seguido dando pasos para buscar alternativas a Android, como por ejemplo con HarmonyOS. Sin embargo, están todavía muy lejos la independencia.

 

Por eso, no es del todo una sorpresa lo que anunciaba Reuters el otro día. La alianza de Huawei, Xiaomi, Oppo y Vivo, las 4 mayores marcas de móviles chinos bajo una plataforma común llamada Global Developer Service Alliance (GDSA). Hay que recordar, que estas 4 marcas representan el 40% del mercado global de móviles, así que poca broma.

La verdad es que hay una cierta confusión sobre qué es esto de la GDSA. Para empezar, Huawei no aparece por ninguna parte. Incluso Xiaomi de hecho niega que Huawei participe, aunque Reuters parece tener información de que sí que está en esta alianza.

Por otro lado, hasta ahora, la GDSA no «es más» que una plataforma para subir contenido de forma sencilla en las tiendas de aplicaciones de los diferentes participantes. Por decirlo de otra manera, en vez de ir tienda a tienda (y en China hay muchas, luego hablaremos de ello) cómo tienen que hacer los desarrolladores cada vez que lanzan una nueva app, con la GDSA podrían subir esa app a la vez a esas cuatro app stores.

Después de la noticia de Reuters, Xiaomi se ha dirigido a un buen número de medios diciendo esto: «The Global Developer Service Alliance solely serves to facilitate the uploading of apps by developers to respective app stores of Xiaomi, OPPO and Vivo simultaneously. There’s no competing interest between this service and Google Play Store.»

Vamos, que no, que Huawei no está, y que a pesar de que todo el mundo está diciendo que esto es el inicio de una app store común para luchar con Google Play, no es cierto

Es imposible saber desde fuera qué está pasando con la GDSA, pero no cabe duda de que es una idea interesante el que pudiera salir de aquí una competidora de Google Play.

Cuando hablo de disrupciones, hablo muchas veces (¡qué original!) de apple y su iPhone. Pero lo hago, obviamente no por no ser original, sino porque en mi humilde opinión se habla muy poco de lo que para mí fue la principal disrupción del iPhone, el modelo de negocio de distribución de software.

Cierto es que en el 2007, cuando se lanza el iPhone, el concepto de compras de software por internet era bastante rudimentario. En el mejor de los casos, comprabas una clave de producto para activar un software que te habías descargado, en el peor, comprabas una caja con los DVDs para instalártelo en casa. Las «app stores» (por llamarlas algo) que habíamos conocido antes de blackberry o nokia, no eran especialmente atractivas y tuvieron poco éxito.

Pero también es verdad que Salesforce llevaba vendiendo SaaS casi una década, así que aunque sin duda el concepto de SaaS (para simplificar, obviamente no todas las apps son SaaS) no era familiar en entornos B2C, era más que conocido en el mundo de la tecnología.

Así que el movimiento de Apple de colocar primero iTunes, y luego la App Store, como el único lugar desde dónde comprar e instalar apps para sus iPhones fue una disrupción de la cadena de valor de la industria en toda regla. De repente, Apple se convirtió en uno de los mayores distribuidores de software del planeta.

Por supuesto que Google decidió que ese era un buen camino para su Android, y siguió los pasos de Apple con su Google Play. Esto le ha llevado a una serie de problemas (aún no cerrados) con las diferentes autoridades de defensa de la competencia de todo el mundo, y ya se ha llevado alguna multa por ello. No hay que olvidar que la cuota de mercado de Android ronda el 90% en el mundo.

Y claro, esto es un NEGOCIAZO. Se estima que sólo en Q3 del año pasado, entre apple y google se repartieron más de 20000 millones de dólares en comisiones, vamos, puro beneficio. Unos 100000 millones anuales. Tanto apple cómo google cobran alrededor de un 30% a los desarrolladores por cada venta y suscripción de las apps que están en sus tiendas, quién decía que hay poco margen en la reventa de software.

2018 Mobile App Revenue

Por supuesto que ha habido bastante gente que ha intentado hincarle el diente a este negocio, pero ni siquiera Amazon ha sido capaz de hacerlo.

A todo esto, hay que sumar la peculiar situación de Google con China. Más allá de las recientes sanciones a Huawei, Google Play básicamente nunca ha existido en China. La historia es larga y compleja, pero hay una mezcla de cuestiones políticas. privacidad y de propiedad intelectual por lo que esto ocurre.

Por supuesto, la gran mayoría de los móviles chinos funcionan con Android, así que el hueco dejado por Google Play se ha llenado de tiendas de apps locales. La mayor, la de Tencent con la friolera de 270 millones de usuarios al mes.

Si sumamos los usuarios de las tiendas de los miembros de la GDSA (incluyendo Huawei), obviamente los habrá repetidos, pero estamos hablando de 300 millones de usuarios.

Por decirlo de otra manera, si los planes de la GDSA fueran más allá y quisieran lanzar una app store, desde el primer día tendrían varios cientos de millones de usuarios. Además, con ese 30% de margen que maneja ahora Google Play, esa tienda china de apps podría fácilmente bajar sus márgenes para poder atraer a más usuarios y desarrolladores. Sería un competidor temible para Google.

En este tipo de alianzas lo más complicado es siempre que los miembros se pongan de acuerdo y empujen todos en la misma dirección. Esto es más difícil incluso cuando en estos casos hay alguien mucho más grande del resto. Sin embargo, dudo que en este caso sea un problema. Es fácil imaginarse que al gobierno chino esto le parece una gran oportunidad de cuestionar la hegemonía americana en otro ámbito más.

De momento todo esto es casi negocio-ficción, pero la oportunidad, los intereses políticos y los intereses empresariales puede que lo haga una realidad antes de lo que a Google le gustaría.

@resbla

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