Twitter y Trump, en el pecado lleva la penitencia
No cabe duda de que cualquier red social mataría por ser la red favorita del presidente de EEUU. Obama ya lo fue, de hecho, sigue teniendo la cuenta más seguida del mundo. El presidente actual, sigue escalando posiciones, y ya está en la octava posición. Pero twitter lleva en el pecado la penitencia.
De esto hablamos en este #technobits de Capital Radio con Luis Vicente Muñoz:
Sin duda, la polarización política que se vive en todo el mundo le ha venido bien a twitter. Después de un período de estancamiento primero, y bajada luego en el número de usuarios, la cosa empezó a cambiar.
Cierto es que de por medio ha habido un cambio de métrica. En Q1’19 fue la última vez que publicaron el número de usuarios medios mensuales que se quedó en 330 millones. A partir de entonces, han pasado al número de usuarios medios diarios monetizables, dónde se ve un importante aumento en los últimos trimestres.
Pero a la vez que se benefició de esto, muchas voces se alzaron hablando de la responsabilidad de las propias redes sociales en esta polarización y de la necesidad de una regulación de los contenidos en las mismas, empezando por una moderación más activa por parte de las propias redes sociales para evitar contenidos ofensivos, y sobre todo, fake news.
Estudios científicos (ejemplos aquí y aquí), miles de artículos de opinión, y por supuesto, políticos utilizando las redes sociales cómo (excusa) explicación del Brexit, la elección de Trump, y en realidad de casi cualquier cosa…
Y han sido los propios políticos los que han pedido muy activamente a las redes sociales un autocontrol del contenido que pasa por sus plataformas. Muchas veces, a través de amenazas de legislación más restrictiva. Probablemente el ejemplo más claro ha sido las diferentes investigaciones en diferentes partes del mundo del caso de Cambridge Analytica.
Sin embargo, al final, no ha habido ningún gran cambio legislativo de calado en ningún sitio que afectara directamente a cómo gestionan las RRSS los contenidos que pasan por ellas. Está la GDPR, pero de forma muy tangencial.
Así que las RRSS han ido tomando diferentes medidas de auto-regulación. Todos con el objetivo de que en algún momento lo hagan sistemas de inteligencia artificial, pero todos de momento usando personas para que hagan el trabajo. Y a veces, lo penoso de ese trabajo ha llegado a la luz pública.
Claro, cada red social ha tomado diferentes caminos para hacerlo, normalmente también guiadas por sus propios términos y condiciones de uso. Porque no hay que olvidar, que las RRSS son empresas privadas con sus propias T&Cs definidas en su beneficio, y para bien o para mal, gestionan contenidos creados por terceros, y aquí es dónde está el meollo de la cuestión, ¿deben ser las empresas que gestionan esas plataformas digitales responsables del contenido que terceros comparten a través de las mismas?
La respuesta es que el tema es complicado. En EEUU, hay una sección de la normativa para la Decencia en las Comunicaciones que es el centro del debate estos días, la 230. Esta parte es la que blinda a las RRSS (pero no solo a ellas) ante los contenidos que terceros comparten a través de ellas, y las diferencia de otros medios de comunicación que sí que lo pueden ser, que la ley denomina «publishers» (editoriales).
Es decir, si publicas contenido propio en medios digitales, eres responsable por ese contenido. Mientras que si otros publican a través de tus medios (seas RRSS o la web de un periódico), en principio no lo serías.
Esto va a ser muy importante porque se ha convertido en el centro del contraataque de Trump contra Twitter. El otro día, Trump tuiteaba uno de sus ya habituales tuits que más que de un presidente de EEUU, parece que viene de un quinceañero rabioso que usa un alias en internet.
Primero escribió este sobre las elecciones en California que recibió un aviso de twitter.
Esto ya no le hizo mucha gracia a Trump, que luego escribió este otro sobre los disturbios en EEUU, que recibió de twitter un aviso incluso más grave.
Y se abrió la caja de los truenos. En cuestión de horas, Trump firmó una Orden Ejecutiva directamente dirigida a twitter, ya que aunque afecta a todas las RRSS, menciona explícitamente a la red del pajarito en ella. La orden ejecutiva dice que en caso de que una red social se dedique a moderar las opiniones que terceros vierten a través de ella, entonces la susodicha sección 230 no le sería de aplicación y se le consideraría una editorial y no una plataforma.
La realidad es que los expertos dicen que la Orden Ejecutiva está muy mal escrita, tiene problemas legales de base que dificultará su aplicación. Además de que esta dicotomía entre plataforma y editorial no es blanco y negro. En todo caso, está claro que la pelea está servida, y es difícil que Trump no vuelva a la carga pronto.
Por el momento, twitter ha vuelto a señalar un tuit de una persona muy cercana a Trump como inapropiado, dando a entender que no cree que la Orden Ejecutiva les pueda afectar.
En todo caso, es muy interesante ver cómo otras RRSS han respondido. Por su parte, facebook no ha tomado ninguna acción ante mensajes similares de Trump en su red social, y Zuckerberg ha publicado una carta explicando la decisión.
Incluso entre sus empleados, esto no ha sentado muy bien. Pero no es más que un reflejo de que cada una de estas empresas tienen una línea «editorial» propia y diferente. Es obvio entre twitter y facebook, pero también Apple, Microsoft o Amazon tienen posiciones muy diferentes y explícitas en cuanto a la dirección política en EEUU. Algo que se ve muy claro en temas como privacidad o medio ambiente.
Veremos en que acaba todo esto, pero parece indudable, que cada red social tiene una línea editorial, y de la misma manera que nos parece totalmente lícito y normal con otros medios de comunicación, tendremos que aprender a hacerlo con las redes sociales. ¿Deberíamos por ello tratarlas cómo medios de comunicación editoriales? Yo personalmente creo que no, pero está claro que mi opinión es irrelevante y que queda mucho por decir en este tema.
The controversy over social fact-checking of Trump, and the controversy over FB’s abandoned program to prevent polarization, demonstrate that what I’ve been saying for a long time is true: FB/Twitter/YouTube are the new CBS/ABC/NBC, and will just have to learn to deal with that.
— #TestAndTrace Smith 🐇 (@Noahpinion) May 28, 2020
@resbla