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Beidou, el GPS chino ya está operativo. ¿Hacía falta otro más?

La semana pasada China lanzaba con éxito el último satélite de Beiduo, un sistema de localización por satélite que ahora ya tiene cobertura global. China entra así en el exclusivo club de sistemas globales, en el que hasta la semana pasada sólo estaban EEUU con GPS, Rusia con Glonass y la Unión Europea con Galileo. Japón y la India tienen sistemas únicamente regionales.

Teniendo en cuenta que todos los sistemas son bastante parecidos en cuanto a su funcionalidad, ¿necesitaba el mundo otro «GPS»?

De todo esto hablamos en este #technobits de Capital Radio con Luis Vicente Muñoz:

Aunque parezca mentira, hubo un mundo en el que no teníamos GPS. En el que para saber dónde querías ir y dónde estabas había que mirar un mapa, y la voz que escuchabas dirigiéndote a tu destino era la de tu copiloto/a. Cóctel perfecto para una gran discusión de pareja.

En 1993, EEUU completó la cobertura global del GPS, que aunque nació inicialmente como un sistema militar, se abrió un uso civil gratuito con menos precisión que el servicio militar, y sigue actualizándose. Ayer SpaceX lanzó un nuevo satélite del GPS III para la Fuerza Espacial de EEUU.

Hasta el año 2000, EEUU «apagaba» selectivamente el sistema civil durante las guerras, y se convirtió en un arma muy poderosa, cómo por ejemplo en la Guerra del Golfo. En el año 2000, Clinton firmó una ley que aseguraba que eso no volvería a pasar, sin embargo, muchos países se dieron cuenta de que no podían depender de un servicio de un tercer país para estos fines, así que se lanzaron a desarrollar su propio sistema.

La primera fue Rusia. Aunque ya habían empezado antes el desarrollo, no fue hasta justo después del año 2000 cuando recibe un importante empujón, aunque no fue hasta el año 2011 cuando Glonass consiguió tener cobertura global.

Luego llegó Galileo, el sistema de la Unión Europea. A diferencia del resto, Galileo nace como un servicio civil abierto a todo el mundo, en el que convive una solución abierta y gratuita, y una de pago de mayor precisión (también de uso militar).

Y finalmente, llegó hace pocos días, la entrada en servicio global de Beidou. Con el último satélite chino lanzado y operativo, sólo entre estos cuatro sistemas hay casi 120 satélites haciendo prácticamente lo mismo, así que, ¿hacía falta otro sistema? ¿Hacen falta aún más?

Es difícil imaginar nuestra vida diaria sin el GPS (el término GPS se ha «vulgarizado«), sobre todo en nuestros teléfonos móviles. En realidad, cada vez más teléfonos móviles llevan receptores de estos diferentes sistemas de localización vía satélite. De hecho, Rusia y China los obligan en los teléfonos vendidos en sus países.

Pero por ejemplo, mi teléfono móvil (de gama medio-alta) lleva todos, y acabo de hacer la prueba y recibe desde mi casa la señal de 50 satélites de los cuatro sistemas. Esto claro, mejora enormemente la precisión, llegando a los 3 metros, lo cuál, es más que suficiente para cualquier necesidad doméstica.

Así que la primera conclusión, es que aunque dudo que los gobiernos propietarios de estos cuatro sistemas nunca se hayan sentado a hablarlo, en realidad se han convertido en sistemas complementarios más que competitivos, lo cual son buenas noticias para todos.

Pero hay tres grandes motivos por el que un país se puede plantear lanzarse a una aventura tan cara y arriesgada como esta (descartando el bien común de mejorar la precisión complementando a los otros).

La primera ya la hemos mencionado antes, es la militar. Parece obvio que depender de un tercero para un sistema tan importante en la guerra moderna no es una buena idea, y más, si no eres aliado cercano de ese tercero. Esto empujó la creación de los sistemas globales, pero también es lo que está espoleando a potencias regionales como la India a tener su propio sistema.

Luego hay un tema de prestigio científico y económico. Por un lado, estos sistemas son muy complejos de lanzar y mantener, y por lo tanto, exigen mucha inversión que genera muchos trabajos de alta cualificación. Pero además, hay cada vez más empresas dispuestas a pagar por el servicio «premium». Todas las constelaciones están incorporando servicios a empresas con mayor precisión que la opción gratuita. De hecho, las previsiones de negocio de Beidou son bastante impresionantes.

Pero cada vez más estos sistemas tienen un importante componente político. Y si no, que se lo digan al Reino Unido, uno de los países que más aportó a Galileo. Sin embargo, con el Brexit ha venido también la salida de Galileo. Como país tercero, tras el Brexit el Reino Unido perderá acceso al servicio de mayor precisión, y esto tiene un impacto muy importante para su ejército.

En un primer momento, el Reino Unido anunció la construcción de un sistema propio. Sin embargo, con el presupuesto ya superando los 5000 millones y en plena crisis del COVID, no le ha quedado más remedio que anunciar que cancelan el proyecto. Y en un giro dramático de la historia, la semana pasada se rumoreaba que el gobierno británico estaba sopesando invertir 500 millones de libras en OneWeb.

OneWeb es uno de los competidores de StarLink, y a pesar de tener entre sus inversores a SoftBank y Airbus, ahora mismo está en bancarrota. En realidad, OneWeb tiene poco que ver con servicios de localización, sin embargo el Reino Unido cree que podrían ser reutilizados para hacer un sistema que fuera complementario al GPS de EEUU, lo cual podrían utilizarlo como moneda de cambio para tener acceso al sistema militar del GPS americano.

De la misma manera, China ya está utilizando Beidou para aumentar su influencia política internacional, y Beidou va a ser una pieza fundamental en su estrategia Belt and Road. Hay un gran número de países que participan de esta iniciativa y que no tienen sistemas «GPS» propios. China va a tener una carta muy interesante para negociar con ellos y conseguir aún más influencia en Asia central, África e incluso Latinoamérica.

Así que alguien podría pensar que Beidou es un GPS más que llega 30 años tarde, sin embargo, será una pieza fundamental en las ambiciones internacionales de China.

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