Neuralink y los Tres Cerditos
Si pensábamos que ya no nos podía sorprender nada más en este 2020, el viernes pasado supimos que podemos leer la mente de los cerdos. Elon Musk siguió con la tradición que empezó el año pasado de dar una presentación anual sobre los últimos avances de su proyecto más cyberpunk, Neuralink. Y en esa presentación, hubo tres cerditos que fueron los verdaderos protagonistas.
De todo esto hablamos en este primer #technobits del curso en Capital Radio con Luis Vicente Muñoz:
Pero primero, como es siempre mejor verlo de primera mano a que te lo cuenten, aquí tenéis la presentación completa, muy recomendable.
No entraré mucho en lo que se contó. Podéis ver el vídeo, y tenéis un montón de artículos contándolo en detalle. Como breve resumen, contaros que la presentación tuvo dos partes. Una primera, más institucional en la que Elon Musk se centró en tres grandes temas.
El primero, que el objetivo final de la presentación era el de atraer talento a la compañía. Musk dijo específicamente que no necesitaban dinero, lo cual no es extraño teniendo en cuenta que ahora es la cuarta persona más rica del mundo. Pero que sí necesita talento, y mucho, sus previsiones de crecimiento de personal fueron bastante precisas.
El segundo, los Tres Cerditos. Uno normal, otro con el implante, y otro que había tenido el implante y luego se lo habían quitado. El implante ha sufrido grandes cambios desde lo que enseñaron el año pasado, más pequeño, compacto y de una sola pieza. Con capacidad de lectura y escritura, demostraron ambas capacidades. Pudimos «ver y escuchar» el pensamiento del cerdo con el implante en tiempo real, así cómo una demostración de la capacidad de entender las señales del cerebro en relación con las funciones motrices del cerdo
Todo esto llevó al tercer gran tema, el foco a corto y medio plazo de Neuralink, que básicamente es terapéutico. Se hablaron de varias enfermedades, pero parece claro que el mayor potencial a corto plazo está en mejorar la vida de personas con lesiones medulares graves. De hecho, Musk anunció que la FDA americana ha concedido un estatus especial a Neuralink para poder ir más rápido en los procesos de validación. De hecho, esperan empezar pruebas con humanos este año.
Después de esta presentación muy profesional y adulta, Musk llamó a una amplia representación del equipo de Neuralink para responder una serie de preguntas principalmente de usuarios de twitter, y la presentación dejó la ciencia para zambullirse de lleno en la ciencia ficción.
La cosa pasó de la telepatía, a la visión sobrehumana, pasando por la descarga de pensamientos a un robot. A Musk se le vio más feliz que a un cerdo en el barro (perdón por el chiste fácil). El mismo llegó a decir que la cosa parecía sacada de Black Mirror. Y es que no hay que olvidar que el objetivo final de Musk con Neurolink es generar interfaces bidireccionales cerebro-máquina (recordad que este año aparece en el Hype Cycle).
En un momento de esta parte de preguntas, Musk se unió a varias personas de su equipo para reflexionar lo ineficiente que es el habla, y cómo Neuralink podría ayudar a proyectar los pensamientos a otras personas sin tener que pasar por el proceso de comprimir y codificar los pensamientos en palabras, y hacer el mismo proceso al escucharlo. Si ahora decimos cosas sin pensarlas bien, no quiero ni imaginarme la de tonterías que se «escucharían» con nuestros pensamientos en «bruto». ¿Quién puede querer eso? Cosas de ingenieros… (con mucho cariño)
Justo antes de vacaciones hablamos de que se nos viene encima el concepto de privacidad mental ante los avances de la ciencia en este sentido. Sin embargo, el futuro que nos pintaba Neuralink en esta parte de «ciencia ficción» está lejos, muy lejos.
En todos estos avances que se adentran en terrenos totalmente desconocidos, los avances iniciales son rápidos e impresionantes. Pero lo complicado es siempre el último 10%. Varios ejemplos, y uno muy cercano al propio Musk.
Llevamos décadas trabajando en el reconocimiento de la voz humana, y aún así, aunque las máquinas ya son muy precisas en cuanto entender la mayoría de lo que decimos, hay un porcentaje (pequeño) de fallo que hace que todo parezca poco preciso. Dobles sentidos, ironía, hay muchas cosas que las máquinas no entienden y no parece que lo vayan a hacer a corto plazo.
Lo mismo está pasando con la conducción autónoma. Las máquinas son muy capaces de conducir en situaciones buenas y normales, pero incluye obras, tráfico caótico, peatones, ciclistas, condiciones cambiantes y ya no lo son. Este es el motivo por el que Tesla, por mucho que Musk quiera, no es capaz de sacar un coche 100% autónomo.
Pues me temo que algo parecido pasará con Neuralink. Si no somos capaces de que las máquinas nos entiendan bien cuando hablamos, cómo van a ser capaz de entender bien nuestros pensamientos complejos. Estoy seguro de que serán muy precisas para cosas «sencillas» e unívocas, por ejemplo, el movimiento, pero para cosas más complejas que a veces no somos capaces ni siquiera nosotros de interpretar como los sentimientos…
Dicho esto, lo que trae Neuralink en cuanto a terapias para enfermedades y lesiones mentales es impresionante. Tiene el potencial de mejorar radicalmente la vida de muchas personas. Aunque quizá, eso nunca será suficiente para Musk.
@resbla