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La pesadilla para la privacidad que se nos viene encima

Estamos empezando a ver cómo una nueva generación de dispositivos vestibles (wearables) y de IoT doméstico está empezando a llegar al mercado. Estos nuevos dispositivos son más inteligentes, llevan más sensores, y por supuesto, recogen muchísimos más datos. Y poca sorpresa, las empresas que ya tienen muchos datos sobre nosotros son las que están impulsando estos nuevos dispositivos para tener aún más.

Si te preocupa la privacidad digital, vamos de cabeza a una pesadilla. De todo esto hablamos en este #technobits de Capital Radio con Luis Vicente Muñoz:

https://resbla.com/wp-content/uploads/2020/09/nueva-generacion.mp3?_=1

 

Y no es por exagerar, pero cuando se juntan tantas noticias relacionadas en una sola semana, es fácil pensar que hay una tendencia. Empecemos por Amazon que hizo una larga lista de anuncios de dispositivos la semana pasada.

Sorprende poco que haya incluido en todos estos dispositivos Alexa, su asistente digital. Esto por supuesto significa que todos ellos llevan micrófonos incorporados. Por supuesto que hay nuevos Echo, los altavoces inteligentes de Amazon, pero incluso las nuevas alarmas para coche de su subsidiaria Ring, también los llevan.

Uno que no lleva micrófonos, pero que me resulta muy sorprendente es el Mailbox Sensor también de Ring, y es que quién no ha querido recibir un aviso en su móvil cada vez que le dejen una carta en el buzón (físico).  El dispositivo funciona sobre Sidewalk, una red inalámbrica de bajo consumo y largo alcance orientada al mundo IoT. Los dispositivos de Amazon crearán una red compartida extendiendo de una forma muy importante su alcance, ya que si hay unos cuantos vecinos con este tipo de dispositivos, la cobertura podría ser de todo el vecindario, y por supuesto, todo esto se hace para que todos estos dispositivos puedan estar conectados y recogiendo datos incluso cuando no hay wifi cerca.

Obviando que la intención sea recoger aún más datos de todo lo que pasa por el vecindario, y en muchos casos, datos personales de personas que pasen por allí, una red de este tipo podría ser un importante problema de seguridad.

Hablando de Ring, sin duda el anuncio más distópico vino de ellos, y es que anunciaron el Always Home Cam.

El Always Home Cam es un dron de seguridad diseñado para volar dentro de casa siguiendo rutas prediseñadas con el objetivo de vigilar zonas en las que no tengamos cámaras, o simplemente para dar imágenes más cercanas… ¿Qué podría salir mal? A mi yo adolescente se le ocurren una cantidad enorme de trastadas para hacer con un chisme así.

Otro dispositivo que anunció Amazon pero que pasó bastante desapercibido es Halo, una pulsera de monitorización de la salud personal. Entre sus funciones está analizar cómo hablamos. Y es que por supuesto, tiene micrófono. El caso es que Halo será capaz al final del día de decirte el tono con el que hablas. Por ejemplo, a las 3 en punto estabas enfadado y a las 8:30 sonabas feliz. Entre los accesorios no he visto un aparato que produzca calambrazos cuando estés hablando mal, pero podría ser interesante. Ahí lo dejo.

En realidad, no sorprende mucho. Hace un par de años, Amazon patentó un sistema por el que a través de Alexa recomendaría productos en base a las emociones en las voces de sus usuarios. Durante el lanzamiento Amazon negó que utiliza los datos recogidos por Halo para acciones comerciales. Ahora, que no lo haga en el futuro ya es otra cosa.

Esta estrategia de centrarse en la recogida de datos del propio usuario y no de lo que le rodea es también la estrategia que está siguiendo facebook con su proyecto Aria, y quizá, con el acuerdo que acaba de anunciar con RayBan para lanzar unas gafas «smart«.

Empezando por Aria, es un proyecto de investigación de facebook para desarrollar gafas de realidad aumentada. Después del fiasco de las Google Glass, toda la industria se mueve con mucha cautela en este mundo. Todo el mundo sabe que las gafas inteligentes volverán, pero nadie sabe muy bien cómo. Casi todos los gigantes de la tecnología han lanzado algún producto o están trabajando en uno, pero nadie ha conseguido ningún éxito.

El camino (lento) que está siguiendo facebook se parece al de Amazon con Halo, Aura sólo recoge datos de su usuario con el objetivo de ir aprendiendo y poder construir la parte de la realidad aumentada. Se sabe poco sobre las gafas que lanzarán con RayBan, pero teniendo en cuenta que no va a tener pantalla, es muy probable que la parte «smart» vaya también por ahí. Recoger datos del usuario.

No hay que ser muy mal pensado para llegar a la conclusión de que todo esto es una estrategia para normalizar estos dispositivos. Cuando Google lanzó sus Glass, midió mal la reacción tan negativa que iba a tener la gente que estaba alrededor de los que las llevaban. Tener a alguien con una cámara apuntándote todo el rato a la cara no es nada agradable.

Si ahora consiguen que normalicemos todos estos dispositivos con cámaras y micrófonos con la excusa de que son para la monitorización de sus usuarios, su salud, su seguridad o para que hablen de una forma más sosegada, no será muy complicado ir dando pasos para ir capturando más datos de terceros con las mismas excusas.

En definitiva, una pesadilla para la privacidad.

@resbla

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PC 100% chino, la Guerra de la Liberación del PC

A pesar de que hace pocos días hemos sabido que las negociaciones entre EEUU y China estaban avanzando y se atisbaba una tregua en su Guerra Comercial, se ha sabido esta semana que el Partido Comunista chino ha ordenado que en tres años desaparezca toda tecnología extranjera de los PCs de todos los organismos públicos chinos. Una especie de Guerra de la Liberación del PC por conseguir un PC 100% chino.

Aunque son muchos, unos 20 millones de PCs, es una gota en el océano. Sin embargo, esto es reflejo de las enormes ambiciones de China en el mundo de la tecnología.

De todo esto hablamos en este #technobits de Capital Radio con Luis Vicente Muñoz:

https://resbla.com/wp-content/uploads/2019/12/china-pcs.mp3?_=2

 

Hace unos meses dijimos que si el plan Made in China 2025 tiene finalmente éxito, tendrán que agradecéselo a Donald Trump. China se ha fijado un plan estratégico muy agresivo para dejar de depender tecnológicamente de empresas extranjeras, y no sólo eso, sino que también pasar a liderar en las tecnologías más prometedoras del futuro.

Tampoco conviene olvidarnos del veto que Trump impuso a la venta de tecnología americana a Huawei. Aunque ha habido prórrogas y excepciones, la amenaza sigue ahí, así que esta reacción del gobierno chino parece en parte la respuesta proporcional que siempre se busca en estas ocasiones. Algo que demuestre firmeza, pero que a la vez no sea definitivo.

Decíamos que se estima que estamos hablando de unos 20 millones de PCs en tres años. Hace dos años el mercado chino era de 360 millones de PCs, así que no creo que empresas cómo HP, Dell o Apple vayan a perder mucho negocio, más teniendo en cuenta que el mercado chino está liderado por empresas locales desde hace tiempo. De hecho, Lenovo es la número uno a nivel mundial.

Sin embargo, lo importante de este anuncio, no es que se puedan sustituir esos 20 millones de PCs, lo importante es que China crea que puede sustituirlos. Desde el nacimiento de la industria del PC, aunque se ha generado un ecosistema bastante horizontal y abierto en el que en las últimas décadas han entrado con fuerza empresas chinas, no cabe duda de que la parte del león sigue siendo de empresas americanas, principalmente en Intel y Microsoft.

En todo caso, vamos a ver cómo de factible este plan del gobierno chino para un PC 100% chino mirando capa a capa lo que podría ser el stack de un PC típico que utilice en sus oficinas.

Y empezando desde «arriba», tendríamos las aplicaciones, tanto de gestión, cómo ofimáticas. Entre las primeras, generalizando, ERPs, es muy probable que ya sean en una gran mayoría desarrolladas por empresas locales. En todo caso, sustituir las que no lo fueran, quizá de gigantes como Oracle o SAP, no debería ser difícil.

En cuanto a la ofimática, China ya intentó hace más de 15 años eliminar Office y sustituirlo por soluciones locales. No lo consiguió, pero sin duda no costaría mucho hacerlo ahora con soluciones libres y locales cómo WPS Office.

La siguiente capa es una de las más complicadas de sustituir, el sistema operativo. Aquí tuvimos dos importantes intentonas hace años, Linex (en Extremadura) y Guadalinux (en Andalucía) que nacieron cuando hasta Gartner pensaba que el Linux en los PCs era una tendencia imparable.

Ya sabemos que aquello no ocurrió, pero para China en la actualidad sería posible. De hecho hay una versión local de Ubuntu (Kylin) certificada por el gobierno. Si Ubuntu, por ser propiedad de Canonical, una empresa británica, no fuera suficientemente china, también tendrían disponible una distribución de Linux desarrollada totalmente en China y basada en Debian, deepin.

Una vez solucionado el software, tendríamos que mirar a la parte hardware de nuestro PC 100% chino. Para empezar, el ensamblaje no sería nada complicado. Ya hemos hablado de que Lenovo es el número 1 a nivel mundial, pero hay una lista enorme de OEMs en China (aunque aquí hay algunos taiwaneses).

A nivel de periféricos, tampoco hay problema. Teclados, ratones, monitores se fabrican enteramente desde hace mucho en China. Lo mismo pasa con las placas que van dentro del PC. Nuestro PC 100% chino para el gobierno probablemente no necesite tarjeta gráfica dedicada, pero también se fabrican en China. En cuanto a las placas madre, aunque los principales son taiwaneses, no es un problema encontrarlas 100% chinas.

Y luego llegaríamos a la madre del cordero, la CPU. Aquí hay tres aspectos muy importantes, la arquitectura, el diseño y la fabricación.

Empezando por la fabricación, China tiene una buena lista de fábricas (fabs) de procesadores, aunque son en general de generaciones anteriores. Eso sí, a través de empresas como SMIC, se está cerrando la diferencia y ya en la actualidad son capaces de fabricar en 14nm. De hecho, se espera que pronto China sea el principal mercado de maquinaria para fabs.

En cuanto a diseño, China ha avanzado muchísimo en los últimos años. En procesadores de móviles, Huawei ha diseñado algunos de los procesadores más avanzados del mundo (kirin) a través de su subsidiaria HiSilicon. Aunque relacionado con lo anterior, Huawei contrata la fabricación a la taiwanesa TSMC porque aún no pueden fabricarlos en China.

Pero más centrados en el mundo PC, Zhaoxin fabrica procesadores para equipos de sobremesa y portátiles. Lenovo ya los utiliza en productos orientados al mercado local, y hablan de un rendimiento similar a procesadores de Intel de hace 3 años, modesto, pero suficiente para nuestro PC 100% chino.

El problema con los Kirin y los Zhaoxin es que utilizan arquitecturas «extranjeras». ARM en el caso de los Kirin, y x86 en el de los Zhaoxin. Y si queremos seguir al pie de la letra los dictados del Partido Comunista Chino, esto no es suficientemente bueno.

Pero hay buenas noticias, RISC-V. Esta es una arquitectura libre (con un nacimiento interesante) que está cada vez generando más interés, y que por su naturaleza libre, aunque naciera en la Universidad capitalista de Berkeley, puede venir muy bien al objetivo de tener un PC 100% chino.

Por eso, ahora sorprende menos que hace unos meses Alibaba anunciara el procesador RISC-V más potente del mundo, el Xuantie 910. Sin embargo, no es un procesador pensado para un PC, así que no nos valdría tal cual. Sin embargo, tenemos otra alternativa, el Freedom U540 de SiFive. Tendría una pequeña pega, que es que la compañía fue fundada en California, pero tiene sede en China y muchos chinos en el equipo.

Recientemente, utilizando HiFive Unleashed, una placa con el procesador y los controladores necesarios integrados, se montó un PC funcional.

Cómo hemos visto, el plan del gobierno chino tiene ciertas complicaciones, pero parece que estamos en un momento en el que puede ser factible. En todo caso, más allá de la anécdota de si puede ser 100% o 99% chino, sus implicaciones no son a corto plazo. Que empresas americanas dejen de vender 20 millones de PCs no tendrá un gran impacto a corto plazo, sin embargo, esto podría ser un punto de inflexión para la industria.

Si el gobierno chino tiene éxito y es constante, esto podría generar un nuevo ecosistema chino que podría ir en paralelo al «occidental». Esto sería sin duda una ruptura del modelo actual que nos ha traído la transformación digital del mundo en el que vivimos. Un modelo basado en economías de escala, y los estándares y interoperabilidad necesarios para que una industria horizontal funcione.

No cabe duda de que la industria tal cómo está ahora gravita alrededor de EEUU, y precisamente EEUU ha sido el mayor beneficiado. Sin embargo, viendo cómo ha funcionado la industria y cómo todos nos hemos beneficiado de esos crecimientos exponenciales de la Ley de Moore, da un poco de vértigo la perspectiva de una industria fragmentada.

@resbla

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Google sigue comprando cadáveres del mundo de los wearables

Esta semana ha sido difícil decidir a qué dedicar el technobits. Las operadoras vendiendo datos de sus usuarios al INE (a pesar de que el presidente de una de ellas ha repetido muchas veces que son los usuarios quien deberían cobrar por ello), twitter anunciando que no aceptará más publicidad política, y por supuesto, que Google vaya a comprar Fitbit.

Pero la realidad es que aunque son tres cosas distintas, todas van de una cosa, de datos. Así que de todo esto hablamos en este #technobits semanal de Capital Radio con Luis Vicente Muñoz:

https://resbla.com/wp-content/uploads/2019/11/google-fitbit.mp3?_=3

 

El viernes pasado, Google anunciaba la compra de Fitbit por 2100 millones de dólares. Fitbit fue uno de los pioneros de los wearables, y el líder durante muchos años en pulseras de monitorización de la actividad física.

Fitbit salió a bolsa en 2015 a una valoración de 4100 millones, poco después, tocó el máximo en bolsa, cerca de los 10000 millones, y desde agosto del 2015, todo ha sido cuesta abajo hasta que empezaron los rumores de la posible compra por parte de Google. Hace sólo 3 meses, Fitbit valía menos de 800 millones.

Pero esto no es más que calderilla para Google. Se estima que actualmente es la empresa del mundo con más efectivo en caja, unos 120000 millones.

Fitbit es una compra más en la ya larga lista de compra de empresas de hardware por parte de Google, compras que difícilmente pueden considerarse éxitos. Es difícil ver resultados positivos para Google en las pasadas compras de Motorola, Nest o HTC.

Y concretamente en el mercado de los wearables, además de la compra de HTC ya mencionada que sin duda estaba también detrás de estos planes, hace pocos meses compró por unos (ridículos en este orden de cosas) 40 millones de dólares la división de relojes inteligentes de Fossil.

Fossil fue una de las empresas de moda tradicional con las que Intel empujó fuerte su entrada en el mercado de wearables. En una estrategia que a mí me pareció muy lógica, más allá de las tecnológicas ofertando wearables, era una buena idea que marcas tradicionales, y con una visión más de producto que de tecnología, incorporaran funcionalidades «digitales» a sus productos.

La estrategia no funcionó, al menos de momento. Y no porque las marcas tradicionales hayan fallado frente a las tecnológicas, es que el mercado no ha despegado, sigue siendo un nicho muy pequeño en el que aún no han entrado las economías de escala que necesita el mercado de la electrónica de consumo.

Fitbit fueron los primeros, y se aprovecharon de la locura de las pulseras de actividad física. La locura fue tal y tan repentina, que ni el ejército americano fue consciente y a través de los datos que las pulseras de fitbit compartían, se descubrieron muchas bases secretas en el extranjero.

Pero el mercado se inundó de copias chinas baratas, y la gente se acabó cansando de las pulseras. Sólo los usuarios muy hardcore siguien usándolas, y eso es poca gente. El crecimiento dejó de ser exponencial hace mucho tiempo, y además, empresas como Xiaomi, siguen poniendo presión por «abajo».

Pero además, por «arriba», llegaron los relojes inteligentes con Apple Watch a la cabeza, y aunque Fitbit ha lanzado su propia línea de productos, no está siendo competitiva (tampoco la última versión).

Pero aún así, el mercado total sigue siendo muy pequeño, y ese ha sido el problema para fitbit. Si sumamos todos los dispositivos vestibles para la muñeca (relojes y todo tipo de pulseras), este año se venderán unos 150 millones de dispositivos. Esto es aún menos que el triste mercado de las tablets.

Por poner en perspectiva las expectativas que había para este mercado frente a la realidad, Apple pensó vender más de 40 millones de unidades en el primer año de lanzamiento de su Apple Watch y sólo vendió 10. Cuatro años después, Apple no da números, se estima que ya estarán rondando los 25 millones para 2019.

En todo caso, todo parece indicar que si Gartner metió en el Valle de la Muerte a los wearables en 2015, parece que ya el segmento empieza a ver la luz al final del túnel y sobre todo gracias a los smartwatch. De hecho, Tim Cook ya empieza a hablar mucho de lo que el segmento representa para ellos, aunque no hay que olvidar que más allá de los Apple Watch, con lo que está ganando dinero, y mucho, es con los AirPods. Se estima que Apple venderá más de 55 millones de ellos este año.

Así que la compra de Fitbit por parte de Google tiene mucho sentido. Y sigue una estrategia que no es nada sexy y que no se suele estudiar en las escuelas de negocio. Ante un mercado naciente en el que hay mucho hype, dejar que la cosa se enfríe e ir recogiendo «cadáveres»… Eso por cierto, es lo que hizo Fitbit al comprar Pebble por unos irrisorios 23 millones de dólares, el verdadero pionero en esto de los relojes inteligentes.

No queda claro si Fitbit será suficiente para salvar Wear OS, pero está claro que Google busca nuevas maneras de conseguir datos de sus usuarios, y para eso, aunque vivamos en la época en la que el software se comió el mundo, el hardware sigue siendo muy útil.

@resbla

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