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Amazon Day 1 Editions, crowdfunding a lo bestia

El crowdfunding ha sido siempre una de las «niñas bonitas» de la innovación. Cualquier presentación con ejemplos sobre formas innovadoras de lanzar nuevos productos siempre incluye ejemplos de micromecenazgo. La realidad, es que más allá de pelotazos únicos, no hay muchos ejemplos de proyectos que hayan generado gran impacto. Sin embargo, esto puede cambiar rápidamente.

De todo esto hablamos en este #technobits de Capital Radio con Luis Vicente Muñoz:

https://resbla.com/wp-content/uploads/2021/02/amazon-day-1.mp3?_=1

 

Amazon acaba de anunciar una evolución de su programa Day 1 Editions que se llama Build It. Si en Day 1 Editions se lanzaban productos innovadores de forma limitada con el objetivo de recibir opiniones de un grupo reducido de usuarios (se necesitaba una invitación para comprar los productos), en Build It hablamos de un modelo de crowdfunding muy parecido al de sitios como Kickstarter.

De momento han lanzado tres productos que se conectan a Alexa, un reloj, una báscula y una impresora. A día de hoy, y a falta de un mes para el fin de la campaña, la impresora ya ha cumplido el objetivo, pero dudo que los otros dos no lo consigan. Eso sí, Amazon no da datos sobre unidades objetivo, sólo un porcentaje.

En lo demás, funciona igual que Kickstarter. Si se llega al objetivo se fabrica y los compradores iniciales tienen un descuento sobre el precio final. Si no se llega, pues el diseño se descarta.

Kickstarter e Indiegogo son las dos referencias en el micromecedazgo a nivel mundial. El crowdsourcing es un ejemplo de innovación abierta que permite validar una idea y llevarla a ejecución muy rápidamente ya que los que apoyan el proyecto lo hacen adelantando el dinero. Esto elimina cierto riesgo para los que proponen el proyecto.

Siempre ha sido uno modelo muy utilizado como ejemplo «disruptor» de innovación abierta. Sin embargo, si miramos los mayores éxitos en campañas de crowdsourcing, creo que los resultados son bastante modestos.

Pebble, pionera en relojes inteligentes, aparece varias veces entre las campañas más exitosas y grandes, sin embargo la empresa ya no existe y sólo vivió durante 4 años. Y la verdad, es que el volumen de dinero aportado a proyectos en Kickstarter está lejos de seguir una curva exponencial.

El problema de todos estos proyectos de micromecenazgo, incluso aquellos exitosísimos, es que tienen el producto antes que la empresa, y más importante, el modelo de negocio. Depender de sólo un producto, significa que no hay posibilidad de equivocación. Si tu segundo producto no vuelve a ser otro éxito, la empresa es difícil que sobreviva.

Sin embargo, en el caso de Buit It, por supuesto esto no es así. Poco hay que decir de Amazon, pero es obvio que ya tienen muy claro la cadena de suministro empezando por el OEM que les fabricará esto, y una máquina colosal de marketing, venta y distribución. Amazon puede permitirse muchos fallos para encontrar un diamante en el barro, y esta es la gran diferencia.

Me atrevo a aventurar que esto será un éxito para Amazon a largo plazo y que en breve muchas empresas se preguntarán, ¿por qué no lo hicimos antes?

Hay muy pocos ejemplos de crowdfunding en grandes empresas. Xiaomi o Sony son dos ejemplos, pero son bastante limitados, y en el caso de Sony, es más un marketplace en el que terceros colocan sus proyectos que para productos exclusivamente propios.

Otro ejemplo muy famoso, pero que tampoco es igual que el de Amazon, es Lego Ideas. En este caso, los fans proponen diseños a Lego que si llegan a un suficiente número de apoyos, la compañía puede llegar a producir.

Así que me voy a permitir la licencia de responder a por qué no hay más empresas haciendo esto y por qué creo que lo de Amazon va a ser crowdfunding a lo bestia.

Poco es más sagrado para una empresa que su desarrollo de producto, y es muy razonable. Para empresas exitosas con tradición de productos novedosos e innovadores, su desarrollo de productos es fuente de orgullo, pero este orgullo es fácil que se vuelva en soberbia.

No hay nada más «humillante» para un equipo de producto de una empresa que el que les digan que van a empezar a traer ideas de producto de fuera. Además, integrar los diferentes procesos, es más complicado de lo que parece. Así que resumiendo mucho, para empresas muy orientadas a producto el crowdfunding nunca ha sido una opción interesante.

Pero ahora tenemos una empresa como Amazon, que no puede ser más «despegada» con los productos. Una empresa que juega a la long tail, con cada vez más peso en una marca blanca «muy blanca», y para nada obsesionada por encontrar productos que sean un pelotazo. Además, con una estrategia muy a largo plazo de convertir a Alexa en el centro de los hogares digitales.

Y esto de Alexa es muy importante. Después de pasar rápidamente la fase de los early adopters, todos los fabricantes detrás de los asistentes digitales están buscando maneras de hacer más aceptable estos asistentes y «esconderlos» en dispositivos no exclusivamente dedicados a ellos. ¿Y qué mejor forma de entender qué es aceptable para los usuarios que sean ellos mismos quien nos lo valide?

De momento Amazon no ha lanzado en España Build It, así que me quedo con las ganas de comprar uno de ellos… Y fijaros, soy anti-asistentes digitales pero metería uno de esos chismes alegremente en mi casa. Pero estoy seguro de que estos tres primeros dispositivos son los primeros de muchos.

@resbla

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innovación

Casa Conectada, un estándard para dominarlos a todos

Es muy difícil ver los nombres de Amazon, Apple y Google en un anuncio conjunto, pero eso ocurrió hace unos pocos días. La oportunidad seguramente lo merece, intentar de una vez materializar la oportunidad de la Casa Conectada, un negocio que puede ser importantísimo para la industria.

De esto hablamos en este #technobits de Capital Radio con Luis Vicente Muñoz:

https://resbla.com/wp-content/uploads/2019/12/casa-conectada.mp3?_=2

 

Esto de la Casa Conectada lleva con nosotros muchos años. En realidad, es un concepto más allá del clásico de la domótica, en el que además de automatismos hablamos de dispositivos conectados e inteligentes que se comunican entre sí.

Gartner colocaba su Connected Home en la cumbre del Pico de las Expectativas Hinchadas en el 2017, y recientemente, visto que el concepto no terminaba de materializarse, ha pivotado al de Intelligent Home, en el que la Inteligencia Artificial coge un papel predominante.

Pero no parece que el problema con la Casa Conectada sea de inteligencia, sino de compatibilidad, y ahí es dónde el anuncio de Amazon, Apple y Google se centra.

Hace pocos días, los tres gigantes presentaron Project Connected Home over IP, y el nombre no es casual. Desde los inicios del concepto de Casa Conectada, la guerra ha sido por el estándar que conectara todos los dispositivos de los diferentes fabricantes.

Algunos fabricantes intentaron imponer los suyos, otros se aliaron en diferentes grupos para crear uno conjunto, pero la realidad es que en la actualidad la situación sigue siendo muy fragmentada.

Quizá el único que ha conseguido una cierta tracción y atraer a fabricantes importantes como Phillips, Ikea o Samsung es Zigbee, y precisamente Zigbee es el otro signatario de este proyecto.

Pero Zigbee ha sufrido un par de grandes problemas para convertirse en el estándar de facto en la Casa Conectada.

El primero, para ser parte de la Zigbee Alliance en cualquiera de sus niveles, y por lo tanto tener acceso a las especificaciones para desarrollar productos y certificarlos, hace falta pagar una suscripción. Esto hace que Zigbee no pueda considerarse código abierto y por lo tanto limite su adopción.

Por otro lado, si hay un estándar de comunicaciones para prácticamente todos los dispositivos, ese es el protocolo IP. Aunque hay implementaciones IP sobre Zigbee, no son muy numerosas y tienen ciertas limitaciones.

No es la primera vez que ante la falta de un estándar aceptado mayoritariamente y la existencia de multitud de estándares, la industria se saca otro de la manga.

Pero en este caso, tiene sentido, al menos a priori. Los firmantes se han comprometido a desarrollar un nuevo estándar basado en protocolo IP que funcione sobre diferentes tecnologías de radio (wifi, bluetooth, zigbee…) y que sea de código libre y sin royalties.

Es curioso que unos pocos días antes, un líder un poco inesperado en esto de la Casa Conectada, Ikea presentará su visión para la «Casa Inteligente».

 

Muy interesantes esos botones físicos programables, lo cual también demuestra que además de problemas de estándares y tecnológicos, esto de la Casa Conectada es sobre todo un problema de diseño, y hasta ahora, poca gente lo ha encarado así.

Ni que decir tiene que esto es también una muestra por la batalla que está por llegar. No es casualidad que las tres grandes tecnológicas firmantes del acuerdo son los fabricantes de los altavoces inteligentes más vendidos y es obvio que quieren convertirlos en el centro de la Casa Conectada (en el futuro nos preguntaremos cómo no fueron las televisiones). Ahora mismo es imposible por esa falta de estándares, así que una vez ganada la cabeza de playa, llega el resto de la invasión.

Ah, y claro, esto es (de nuevo) por los datos.

@resbla

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Cuando no te queda más que echar la culpa al árbitro

A veces se da una alineación planetaria de un par de noticias que parecen ser una respuesta irónica la una de la otra. Pero la semana pasada tuvimos no sólo un par, sino un trío. Dimas Gimeno, presidente de El Corte Inglés hizo su primera aparición en el Foro de Davos, y el mundo siguió girando. De eso hablamos en este #techno-bits de Capital Radio con Luis Vicente Muñoz:

https://resbla.com/wp-content/uploads/2018/01/davos.mp3?_=3

 

Pero empecemos por la noticia sobre Dimas Gimeno y el Foro de Davos. Varios medios de comunicación recogieron diferentes declaraciones y reuniones en el Foro, que se pueden resumir en el titular que publicó Expansión, «El Corte Inglés busca alianzas en Europa frente Amazon y Alibaba«. En realidad, lo que parece que estuvo también fue intentando convencer a políticos y demás asistentes (europeos) de que tanto Amazon como Alibaba no juegan con las mismas normas que ECI, y que por lo tanto hay que equilibrar el terreno de juego. Según El Mundo, «la aportación a Hacienda y a la Seguridad Social de Amazon es incomparable con El Corte Inglés y no está sujeto a reglas de horarios y de otro tipo que sí debe respetar» ECI.

Muchos pensarán ahora que ya hay suficiente ironía en que sea ahora ECI precisamente el que se queje sobre la libertad de horarios. Que hablar de reglas de horarios en el comercio electrónico va más allá de la ironía y nos trae recuerdos de la prehistoria del ecommerce cuando los retailers tradicionales pidieron que los etailers cumplieran el horario comercial y cerraran el resto del tiempo.

Pero el destino no debió de pensar que era suficiente, y para eso alineó noticias de dos de los grandes competidores de ECI.

La primera, de la que sin duda es la bicha de ECI en estos momentos, Amazon. Y es que todo el mundo sabe que no contenta con su dominio en el mundo del comercio electrónico y el apocalipsis del retail que ha creado, Amazon lleva tiempo abriendo diferentes conceptos de tiendas físicas, y la última que anunció la semana pasada, probablemente le de escalofríos a Gimeno.

Amazon, después de cierto tiempo de pruebas y algún que otro retraso, abrió la semana pasada su primera tienda Amazon Go de forma oficial en Seattle, EEUU. Amazon Go es una tienda equipada con la última tecnología en en mundo del retail físico, especialmente en el campo del auto check-out. En esta tienda, se entra, se coge lo que uno quiere, y a la salida el sistema te cobra sin ningún tipo de interacción humana.

Una mezcla de sensores, cámaras y mucha inteligencia artificial se encarga de todo el proceso. Hablando de ironías, Amazon dice que esta es la tienda que da más privacidad del mundo, una tienda llena de sensores y cámaras, que además se conecta a la app de tu móvil para saber sus gustos y tu localización. Según Amazon, es más privado que ningún ser humano sepa que has comprado condones aunque eso se quede guardado en un servidor para el resto de la historia.

En todo caso, la industria lleva muchos años ya jugando con sistemas y tecnologías de auto check-out, y esta tienda demuestra que es posible la desaparición completa de las cajas en las tiendas. Es poco probable que esto llegue a todas las tiendas, pero es seguro que veremos muchas tiendas así a medio plazo, y no sólo de Amazon.

Para completar la alineación planetaria, Zara anunció el piloto de un nuevo concepto de tienda aprovechando la remodelación de una de sus tiendas más importantes de Londres.

Esta tienda tendrá un sistema de probadores virtuales y de recomendador inteligente de ropa, pero lo interesante es el concepto de la tienda en sí. Siguiendo los pasos de Ikea por ejemplo, esta tienda será en realidad un escaparate. La tienda está pensada para que puedas ver algo de ropa, pero en realidad no se compra la ropa que está ahí. Se puede ver la ropa en la tienda, pero se compra internet y la tienda se convierte en un punto de recogida, o puedes elegir que te lo manden a casa.

Este modelo de tienda escaparate (showroom), es por otra parte un modelo muy antiguo. Es algo que los fabricantes de coches llevan haciendo desde el principio de su historia, pero que últimamente, y en paralelo al crecimiento y perfeccionamiento del comercio electrónico, más y más marcas se atreven con ello.

Sí que parece muy lógico que Zara, y muchas otras marcas, vayan gravitando hacia un modelo mixto en el que tengan tiendas de referencia (flagship stores) en las mejores zonas comerciales de las ciudades, y luego tener este tipo de tiendas más baratas en otros lugares.

En todo caso, volviendo a Gimeno, esto podría ser otro momento Napster, si no para la industria en general que yo creo que hace tiempo que ya asumió la realidad, sí para El Corte Inglés.

Siempre que una disrupción digital ya se ve inevitable en un sector, se suelen utilizar varias quejas. La de la regulación injusta y favorable a los «nuevos», la de nosotros aportamos más empleos e impuestos, y la de apelar al patriotismo, vamos, quejarse del césped y del árbitro.

No seré yo el que defienda la ética en la política fiscal de Amazon (aunque ya se sabe que en esto de los impuestos la legalidad va por delante de la ética), pero a ver quién tira la primera piedra.

Pero parece curioso que sea ahora cuando se airean estas quejas, cuando Amazon está cumpliendo 24 años que parece tiempo para haber generado una buena respuesta.

En esto de las disrupciones digitales siempre me gusta recuperar una frase que tiene el manual que reciben todos los nuevos empleados de facebook el primer día de trabajo:

“if we don’t create the thing that kills facebook, someone else will”

@resbla

 

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